+56976199567
Malformaciones Craneales
_JPG.jpg)
Las malformaciones craneales son problemas frecuentes en la infancia, con una prevalencia que depende de la edad del niño: a menor edad, mayor frecuencia. Dependiendo de la causa, se dividen generalmente entre malformaciones posicionales, y no posicionales.
Como su nombre lo dice, consisten en cualquier alteración en la forma de la cabeza del niño, específicamente el cráneo.
Las malformaciones craneales de origen posicional son situaciones donde por motivos de posicionamiento, se ve alterada la forma de la cabeza del bebé. Usualmente tienen un buen pronóstico y se tratan con medidas como cambios de posicionamiento, kinesioterapia, y eventualmente uso de casco ortopédico.
Es importante mencionar que hay malformaciones que no son de origen posicional, siendo el pediatra/neurólogo quienes realizan dicha evaluación.
Durante los primeros meses de vida, los huesos que conforman el cráneo de los bebés están separados. Dado que el cerebro aumenta de tamaño rápidamente durante el primer año, debe tener espacio para este aumento de tamaño. Por este motivo, a medida que el niño crece, los huesos se van fusionando en las llamadas suturas craneales. Durante este proceso, es cuando el cráneo es "moldeable" y susceptible de fuerzas -ya sea internas o externas- a ser deformado.
Craneosinostosis
Cuando una se las suturas craneales se "cierra" antes de lo que se supone que lo haga, estamos frente a una craneosinostosis. La craneosinostosis es una fusión prematura de una o más suturas del cráneo. A su vez, esta fusión prematura de las suturas provoca una deformidad craneal característica ya que el cerebro deja de tener espacio en esa zona para crecer, comenzando a hacerlo de manera asimétrica en el resto de la cabeza.
¿Cómo se puede ver afectado el desarrollo?
Dependiendo del tipo de malformación, el desarrollo motor del bebé se puede ver afectado de manera negativa.
Por ejemplo, si hay un aplanamiento a un lado de la cabeza, ese bebé tenderá a permanecer mirando hacia ese lado la mayor parte del tiempo, ya que su cabeza tenderá a inclinarse hacia ese lado. Esto generará que progresivamente, se vayan generando aprendizajes de movimiento asimétricos: el niño tenderá a mirar más un lado que otro, con lo cual comenzará a explorar más con la mano de ese lado, etc. Esta postura asimétrica, entonces, pone en riesgo al bebé para presentar en consecuencia Retraso del Desarrollo Psicomotor y además, de desarrollar una contractura en la musculatura de su cuello (tortícolis muscular).
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende en gran medida de la edad del niño al momento del diagnóstico. Si éste ocurre durante los primeros meses de vida, la primera opción de manejo es mediante kinesiología: se trabaja con la familia del niño para que, a través de algunas medidas sencillas, se vaya distribuyendo la presión de manera más homogénea sobre los distintos puntos del cráneo.
Además de buscar remodelar la forma de la cabeza, el tratamiento va dirigido a reeducar patrones posturales y fomentar en el niño la simetría, de modo que pueda ir adquiriendo los hitos motores y el control de su cuerpo con patrones adecuados a medida que crece.
Si este primer abordaje no logra corregir la malformación, puede que sea necesario un tratamiento con casco corrector. Este tratamiento es indicado por un médico fisiatra o neurocirujano, y consiste en un casco a medida para poder asistir en la remodelación de la formal del cráneo.
¿Cómo prevenir la plagiocefalia posicional?
👉
Cambiar la posición de la cabeza: ésta es por lejos la recomendación MÁS importante. Se recomienda cambiar la posición de la cabeza del bebé durante el día. Por ejemplo, durante la siesta o cuando está acostado, es recomendable cambiar la dirección en que mira. También se puede alternar la posición en que se acuesta el bebé, en una posición boca arriba, boca abajo o de lado, pero siempre teniendo en cuenta las recomendaciones de seguridad para dormir del bebé.
👉
Estimular el movimiento: se debe estimular al bebé para que realice movimientos, como estar boca abajo o girarse, cuando sea apropiado para su edad. El movimiento puede ayudar a reducir el tiempo que el bebé pasa acostado en una posición y prevenir la plagiocefalia.
👉
Tiempo boca abajo: se debe permitir que el bebé pase algún tiempo boca abajo cada día. Esto puede ayudar a fortalecer los músculos del cuello y la cabeza, lo que puede ayudar a prevenir la plagiocefalia. Si esto te resulta difícil, puedes tomar sesiones de estimulación temprana para que te enseñemos.
👉
Evitar dispositivos restringidos: se debe evitar el uso de dispositivos restringidos, como asientos de coche o columpios para bebés, durante largos períodos de tiempo. Si es necesario usarlos, es importante supervisar al bebé para asegurarse de que su cabeza no esté en una posición fija durante demasiado tiempo.
👉
Consulta con un profesional de la salud: si el bebé tiene una plagiocefalia posicional, es importante hablar con un profesional de la salud. Pueden ofrecer recomendaciones específicas para el tratamiento y la prevención de la plagiocefalia.