Se viene el día del padre y nos ha tenido reflexionando un poquito como equipo. Siempre hemos entendido la importancia de que los papás se involucren en el desarrollo de sus hijos y que participen de forma activa de igual manera que las mamás, y justamente lo tratamos de fomentar. Te invitamos a leer el post de esta semana donde compartimos nuestra mirada como equipo.
Desde el principio de este proyecto nos propusimos integrar en la mayor medida posible a los papás, aparentemente siempre en segundo plano cuando se trata de los niños. Afortunadamente, nos hemos topado con papás que asumen con mucha naturalidad su rol de padres y son totalmente iguales a la mamá en cuanto a la participación en el cuidado del niño y grado de involucramiento en sus terapias. Sin embargo, no podemos negar que aún hoy los papás siguen siendo vistos como "el que ayuda" a la mamá en la crianza y cuidado de los hijos.
En los talleres que realizamos (¡¡¡ya volverán!!) cuando llegaba un papá -siempre tímidos y medio agobiados por estar rodeados de tantas mujeres, guaguas y tanta conversación, lo integrábamos rápidamente y lo invitábamos a participar, preguntar y compartir sus experiencias. Pero lamentablemente esta no es la dinámica en muchas instancias. Día a día los papás reciben a través de mensajes sutiles que ellos no pertenecen a estas instancias infantiles, que ése es el lugar de la mamá, y que no tienen las aptitudes para poder colaborar.
Nada más lejos de la realidad. En palabras del programa de gobierno Chile Crece Contigo: "El papá puede tener un estilo de crianza diferente a la mamá, esta diferencia es positiva para los hijos o hijas, quienes necesitan este contraste, se acostumbran y aprenden desde temprano ambos estilos. Cada niña o niño también es diferente y no existen recetas acerca de lo que el papá debe hacer o no. Sólo hay que trabajar lo mejor posible y asumir que la crianza se hace en conjunto, entre el padre y la madre, aunque estén separados como pareja o no vivan juntos."
A los papás de nuestros pacientes los involucramos directamente en el tratamiento de sus hijos. Muchas veces son ellos los que están con el niño/a durante la sesión, ellos los que reciben las indicaciones, calman llantos y saben perfecto los medicamentos, las órdenes médicas, horarios de comida, etc. No debería sorprender a nadie que el papá de un niño sea el que lo lleve a sus sesiones de kinesioterapia, por ejemplo, o que el papá le lea cuentos y trabaje el habla y lenguaje.
Por esta razón, queremos invitar a nuestra comunidad a reflexionar: ¿cómo estamos promoviendo la paternidad activa como algo normal?. Si eres mamá, papá, profesora, terapeuta o cuidador de un niño es importante que te plantees esta pregunta y que te detengas a mirar cómo tú puedes colaborar a seguir normalizando al papá que asume el rol exactamente en la misma medida que la mamá, y no a continuar el estigma de que "el papá ayuda a la mamá".
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