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Consecuencias de las Alteraciones del Lenguaje en otros aspectos del desarrollo
Ok, el lenguaje es importante pero... ¿en qué puede influir en el desarrollo de mi hijo?
El lenguaje es la habilidad que permite el acceso a la comunicación con otros, al conocimiento del mundo, al desarrollo del pensamiento, al despliegue de habilidades sociales, y actúa también como regulador de las emociones y la conducta (ejemplo: poner nombre a las emociones que sentimos).
Por todo esto, frente a la presencia de una dificultad en el lenguaje puede haber alteraciones en una o más de las conductas dependientes del lenguaje:
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La conducta
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La socialización
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El acceso a la lectoescritura
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El aprendizaje matemático
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El desarrollo de las funciones ejecutivas
Veamos cada una con más detalle para comprender porqué y cómo una dificultad de lenguaje puede afectar estas dimensiones
Conducta
Dado que una de las funciones principales del lenguaje es la de regular las emociones y la conducta, cuando hay dificultades en el lenguaje es muy común encontrar a su vez y secundario a ello, problemas en la conducta del niño. De aquí surgen muchas veces sospechas de diagnósticos de trastornos del espectro autista, cuando en realidad lo que subyace es un trastorno del lenguaje que está generando dificultades conductuales.
¿Por qué ocurre esto?. Porque las habilidades del lenguaje receptivo y expresivo son fundamentales para que los niños puedan comprender, decodificar, organizar y recuperar las reglas que permiten alcanzar niveles apropiados de autocontrol y regulación emocional. Del mismo modo, facilitan el control ejecutivo para la autorreflexión, la mediación verbal, y la orientación de la conducta.
Usamos el lenguaje para nombrar emociones, para hablar de ellas, compartirlas con los demás y examinar las relaciones entre acciones, intenciones, sentimientos y sus consecuencias sobre uno mismo y los demás. Dicho esto, existen muchos estudios que destacan la íntima relación entre el nivel de desarrollo de lenguaje, la conducta y la autorregulación emocional.
Socialización
Somos seres sociales, es parte de nuestra esencia humana. Necesitamos comunicarnos con otros, y para eso, el lenguaje es fundamental. Para poder "funcionar" socialmente, los niños deben demostrar un uso efectivo y apropiado de la conducta social en sus interacciones. Para establecer relaciones adecuadas con pares, es necesario saber iniciar conversaciones, contribuir a la conversación, comunicar intenciones con claridad, interactuar con todos los miembros de un grupo y ajustar los mensajes a las necesidades de los oyentes.
De esa forma, los niños con alteraciones en el desarrollo del lenguaje durante la etapa preescolar participan menos en conversaciones con otros niños y prefieren interactuar con adultos. Además, son menos buscados por los otros niños a la hora de jugar, tienen tendencia al juego solitario y menor interés por las interacciones con niños.
El acceso a la lectoescritura
Aprender a leer y escribir son tareas cognitivas complejas que se adquieren gracias a procesos de enseñanza sistemáticos y metodológicos que ocurren en la etapa escolar. A diferencia de aprender a hablar, que se realiza de manera incidental, (es decir, sin que nos demos cuenta y sin esfuerzo consciente), al lecto escritura requiere un aprendizaje consciente y dirigido.
Este proceso requiere de ciertos procesos cognitivos básicos, como reconocer letras, comprender el significado de palabras, y dominar reglas gramaticales. Como se puede suponer, en el niño que tiene trastorno del lenguaje, es muy probable que se enfrente a un gran desafío a la hora de acceder a la lectoescritura.
Funciones ejecutivas
Son un conjunto de habilidades y procesos cognitivos que permiten que nos adaptemos con éxito al medio y resolvamos problemas a partir de la integración de diferentes informaciones
disponibles. En general, las funciones ejecutivas (FE) se encargan de controlar y autorregular la actividad mental y los recursos cognitivos, participando en aspectos como la motivación y el control de la conducta. Estas habilidades se adquieren y desarrollan a lo largo de la vida, incluso hasta la adultez. Se describen de distintas formas, pero podemos decir que a grandes rasgos son: Razonamiento, Planificación, Fijación de metas, Toma de Decisiones, Inicio y finalización de tareas, Organización, Inhibición, Monitorización, Anticipación, y Flexibilidad.
En relación al lenguaje, algunas de estas habilidades van desarrollándose a medida que el niño estructura el lenguaje. Además, uno de los componentes de las FE, la memoria de trabajo verbal, es elemental para adquirir el lenguaje. Por lo tanto, los niños con Trastorno del Lenguaje suelen mostrar demoras en el desarrollo de las Funciones Ejecutivas debido a la falta de estructuración del lenguaje interior.
Texto adaptado del libro Comunicación y Lenguaje en la Infancia. La guía para profesionales y familias. - Verónica Maggio