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A mi hijo le diagnosticaron retraso del desarrollo psicomotor... ¿y ahora qué?

Actualizado: 11 ago 2022


Si saliste de la consulta con el pediatra preocupada por esta noticia, ante todo tranquilidad. En este post te contamos todo lo que necesitas saber: de qué se trata, cómo se debe abordar, y especialmente, la importancia de la intervención precoz (¡que es CLAVE!).

¿Qué es el Retraso del Desarrollo Psicomotor?

Este diagnóstico implica que los logros del desarrollo de un determinado niño aparezcan con una secuencia lenta para su edad y/o cualitativamente alterada.

Es decir, o bien está atrasado en la adquisición de hitos, o ha logrado estos hitos de forma atípica y hay señales de alerta que nos dicen que debemos poner atención y ver qué es lo que está pasando.


El RDSM se refiere a los primeros hitos, a lo largo de los 30-36 primeros meses de vida de un niño. Osea, que si un niño tiene 3 años, el diagnóstico ya no puede ser ése, si no que existe probablemente otra causa del retraso en el desarrollo que no ha sido aún encontrada.


Este diagnóstico clásicamente se centraba en las habilidades motoras del niño, pero afortunadamente esto ha ido cambiando, y en la actualidad existe un enfoque más integral que también considera la evaluación de aspectos sensoriales, cognitivos e interactivos del niño/a.

Como sabemos, existe un curso de desarrollo estudiado que es típico, ya que es el que presentan la gran mayoría de los niños durante el transcurso de su desarrollo.

(Ojo, usamos la palabra "típico" para referirnos a algo que estadísticamente se presenta en la mayoría de los niños de manera similar, o a la misma edad. No utilizamos la palabra "normal", ya que genera muchas dudas: ¿qué es lo normal?, lo que es normal para un padre o madre puede que no sea lo normal para otros padres. Además, tiene la connotación negativa de lo opuesto (lo anormal) como algo necesariamente malo. Si un niño tiene un desarrollo atípico, necesitamos ayudarlo a superar sus dificultades, no automáticamente etiquetarlo ni generar estigmas sociales. )


Si bien este proceso de desarrollo es único para cada niño y sabemos que todos tienen sus ritmos, hay ciertos referentes de tiempo que la evidencia científica nos dicen que se deben cumplir.

Por ejemplo: la edad típica a la que los bebés se mantienen sentados es a los 6 meses. Hay bebés que lo logran a los 5 meses (van algo adelantados... ¡bien por ellos!), y hay bebés que lo logran a los 7 meses (se demoraron un poquito más, pero no pasa nada). Todos estos niños están dentro del rango de normalidad para el hito de mantenerse sentado solo. Sin embargo, si llega un niño que a los 8 meses no se mantiene sentado solo... suena una alarma. Es necesario ver qué está pasando. ¿Por qué no lo ha logrado aún? y aún más importante...¡iniciar una intervención si es necesario!

¿Porqué ocurre?

Cuando un niño es diagnosticado con un RDSM, la conducta médica se orienta a descubrir si es un problema aislado -posiblemente por pobre y/o inadecuada estimulación por parte del entorno socio-familiar, o si es un problema de causa médica (como enfermedades genéticas, desnutrición crónica, cardiopatías congénitas, o trastornos neurológicos). Además, algunos niños con trastornos sensoriales (como déficits visuales o auditivos) también pueden presentar RDSM. No queremos llenarlos de información confusa sobre las causas -muchísimas- del retraso del desarrollo psicomotor, pero sí queremos transmitirles que el RDSM a veces es el problema en sí, o a veces es un síntoma de algo más.

Debido a que los primeros años de vida el cerebro y el sistema nervioso central de los niños son altamente susceptibles a intervenciones, la detección de un problema de desarrollo debe ser precoz. Es fundamental que así sea, ya que de esta forma, de necesitarlo el niño/a puede recibir terapia - kinesioterapia, fonoaudiología ,terapia ocupacional- o exámenes médicos de forma oportuna, mejorando su pronóstico y previniendo mayores problemas a futuro.


IMPORTANTE: si ya está el diagnóstico de RDSM, y el médico le pidió algunos exámenes a tu hijo (que pueden demorar semanas o meses), sugerimos iniciar la intervención de terapias lo antes posible. No tiene sentido esperar exámenes que probablemente no cambien la conducta a seguir (iniciar terapias y estimulación). Entonces... ¡no demores en consultar!

Si tu hijo/a fue diagnosticado por su pediatra, lo siguiente es importante a considerar

  • Es normal una cierta variabilidad de un niño a otro. Pese a que tenga un RDSM, tu hijo no logrará ciertos hitos exactamente a la misma edad que otro niño de su misma edad, y eso es normal. ¡No lo compares con los demás!

  • La estimulación que se recibe en el hogar y la calidad de interacciones con los padres son grandes influencias en el desarrollo psicomotor, pero no lo definen en un 100%. Por eso, no te culpes pensando en lo que podrías haber echo o en lo poco/demasiado que lo has estimulado.

  • De la misma manera que hay niños con retardo en el crecimiento que pueden llegar a ser muy altos, hay niños cuyo desarrollo psicomotor es lento -van más atrás que la mayoría- pero con una adecuada intervención y estimulación precoz, con el tiempo acaban "normalizando" su desarrollo.

  • Es fundamental la estimulación por un profesional, pero eso no quiere decir que con eso basta. Es muy importante que ustedes (el entorno cercano), fomenten también el desarrollo psicomotor en casa. Para eso, el terapeuta idóneo (kinesiólogo o terapeuta ocupacional) te dará guía y orientación.



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