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Guía Práctica para los Ayudar a los Niños Resfriados (en buen chileno llenos de pollos)

Las infecciones respiratorias son una REAL lata, tanto para niños como para padres. Si tu bebé está lleno de secreciones en las vías respiratorias, estará incómodo e irritable, pero es importante que lo ayudes a aliviar su malestar para que pueda respirar mejor y dormir tranquilamente. ¡Si! hay algunas cosas que de hecho puedes hacer para ayudarlo.

Aquí te dejamos algunos consejos prácticos que pueden ayudar:



Realiza el aseo nasal: Lo primero es lo primero. Como mencionamos anteriormente, el aseo nasal es una tarea importante que debes realizar para ayudar a aliviar las secreciones en las vías respiratorias de tu bebé. Utiliza un asirador nasal + solución salina para aflojar y eliminar el moco. Si no estás segura/o cómo hacerlo, tenemos un post sobre cómo hacer aseo nasal, paso a paso.


Usa un humidificador: El aire seco puede irritar aún más las vías respiratorias de tu bebé (especialmente si estás en una ciudad con mucho smog como Santiago), por lo que es recomendable usar un humidificador en la habitación donde duerme. El humidificador puede ayudar a humedecer el aire y a reducir la irritación


Eleva la cabeza del bebé: Si tu bebé tiene dificultades para respirar debido a las secreciones en las vías respiratorias, puedes elevar la cabeza de su cuna o cama con una almohada o una toalla enrollada bajo el colchón. Esto puede ayudar a drenar el exceso de moco y a facilitar la respiración. Si tu hijo es más grande, le ayudará dormir semisentado, apoyado en algunos cojines.


Usa soluciones naturales: Existen algunos remedios naturales que pueden ayudar a aliviar las secreciones en las vías respiratorias de tu bebé, como el té de manzanilla o la infusión de jengibre. Estos remedios pueden ayudar a descongestionar y calmar las vías respiratorias. (Ojo, SÓLO utilizar si tu hijo tiene la edad suficiente para beber infusiones, autorizado por su pediatra).


Mantén a tu hijo hidratado: Es importante que tu bebé beba suficiente líquido para mantenerse hidratado. La hidratación puede ayudar a aliviar la congestión y a facilitar la eliminación del moco.


Recuerda que si la congestión y las secreciones en las vías respiratorias de tu bebé persisten por varios días, o se acompañan de otros síntomas como fiebre, es importante que consultes con su pediatra para determinar si se necesita algún tratamiento adicional. Esperamos que estos consejos te hayan sido útiles para ayudar a tu bebé a sentirse mejor.

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