Cuando un niño o niña no quiere comer y la hora de la comida es un desafío de varias veces al día, por un lado es una situación estresante tanto para él/ella como para los padres, y por otro lado, si esta situación se prolonga puede llevarlo incluso a la desnutrición o a contraer distintas enfermedades. Si esto ocurre, es importante que tomemos consciencia y realicemos cambios en el entorno o en la misma actividad, ya que la alimentación no es sólo el método por el cual nos nutrimos, si no que es una instancia de participación e interacción social que nos llevará a compartir, conocer, explorar y comunicarnos con nuestra familia y amigos. En este post te contamos sobre la importancia del entorno a la hora de comer, y cómo podemos modificarlos para mejorar la alimentación de nuestros niños.
Desde la mirada de la Integración Sensorial, existen distintas características sensoriales de los niños o niñas que pueden ser el motivos por el cual no comen, se ponen irritables o evitan a toda costa esta actividad, algunos de ellas las escribimos a continuación:
Son muy sensibles a los ruidos
No les gustan las luces muy vivas
No soportan las texturas de algunos alimentos
No soportan ensuciarse las manos o la cara
Tienen dificultades motrices
Les encanta columpiarse y dar vueltas, les cuesta estar quietos
Les provoca inseguridad la gravedad o algunos movimientos
No soportan algunas texturas en la ropa
Les gusta que los aprietes entre tus brazos
No aguantan algunos olores
Les cuesta concentrarse en una tarea
Si tu hijo/a tiene alguna de estas características, hay distintas adecuaciones del entorno que podemos hacer para ayudarles. Aquí les mostramos algunos ejemplos que esperamos les sirvan:
Posicionamiento
Es importante que coman sentados en una silla con respaldo que les permita mantener la espalda recta y alineada. La flexión de la cadera, rodillas y pies deben estar en 90°.
La altura de la mesa debe permitirles apoyar los antebrazos sin tener que tener los hombros en elevación.
Deben tener los pies apoyados en el piso, si no alcanzan a llegar pon un banco, una caja o algún elemento recto y duro que tenga la altura que les permita apoyar los pies.
Los niños/niñas que presentan inseguridad gravitacional requieren comer en sillas que no sean tan altas. Si tu hijo/a no soporta el momento de la comida, pero si come cuando está sentado en el piso por ejemplo, cambia la silla de comer a una más baja, esto le producirá seguridad y comerá.
Estímulos distractores
Existen distintos estímulos en el entorno que pueden distraernos e incluso irritarnos, y en el caso de los niños/as pueden hacer que eviten, rechacen la comida o simplemente no puedan mantener la atención en esta actividad.
Estímulos sonoros
Muchos niños/as son hipersensibles a los sonidos, por esto haz que la comida sea un momento tranquilo, evita el ruido, la tele prendida y los hermanos gritando.
También existen niños/as que con sonidos pueden concentrarse mejor al momento de comer, con estos niños es recomendable poner música sin letra de fondo (no música con sonidos fuertes, ni películas, ni ruido de televisión).
Algunas veces les ponemos baberos o poleras para comer a nuestros hijos/as que pueden tener texturas que pueden ser molestas o pueden hacer sonidos (cómo los baberos que por detrás son de aluminio), que sin que nos demos cuenta pueden estar irritándolos.
Estímulos visuales
Hay niños/as hipersensibles que se irritan ante los estímulos visuales a los que podemos bajarles las cortinas o escoger un lugar donde la luz sea tenue y la televisión no esté en su rango de visión.
También están los niños/as que se distraen con facilidad a los estímulos visuales, ya que les llaman mucho la atención, por lo que pueden poner la silla de comer apuntando hacia la pared o apagando toda pantalla o luz llamativa.
Debemos evitar que haya juguetes o objetos que llamen la atención, por lo tanto es importante un espacio ordenado.
Anticipación y Rutinas
Es importante que anticipemos el momento de la comida y más cuando tu hijo/a presenta dificultades al momento de ésta. Si sabe lo que viene, se puede anticipar de mejor manera y tener mejor predisposición a la actividad.
A algunos les servirá la anticipación visual, por lo que pueden armar un horario en conjunto con imágenes o escritura para anticipar las actividades del día o puedes mostrarle tarjetas con dibujos que representen el momento de la alimentación, esto bajará su nivel de ansiedad y lo preparará para este momento.
A otros les calmará la anticipación auditiva, osea, que minutos antes les comentes que queda poco para comer.
Intenta ser constante con las horas de la comida, así por un lado, ordenamos el sistema digestivo de nuestros niños y por otro lado, estarán preparados y sabrán que esperar en las actividades de su rutina.
Utensilios
¿Quién pensaría que al sólo cambiar una cuchara por otra, tu hijo/a aceptaría la comida sin problemas? ¡Esto suele pasar!
En ocasiones la cuchara metálica puede ser muy fría y provocar rechazo en la boca de tu hijo/a o puede chocar contra sus dientes y molestar a los niños con hipersensibilidad auditiva. Por eso, recomendamos las cucharas plásticas.
La cuchara debe ser como máximo del ancho de la lengua para que quepa sin problemas y no provoque arcadas o que se caiga la comida.
Hay niños que tienen dificultades para lograr calcular o coordinar los movimientos desde el plato a la boca, por lo tanto pueden probar aumentando el grosor del mango de la cuchara y el tenedor o agregarles peso lo que los ayudará a controlar y guiar el movimiento.
Si tu hijo/a presenta aversión al movimiento, no le gustará la sensación de llevar la cabeza hacia atrás para beber de un vaso, por lo que puedes probar con una bombilla o con un vaso con escotadura.
Por último, algunos consejos y reglas generales que pueden ayudar a que tu hijo/a participe satisfactoriamente en la alimentación son:
No le des la comida antes o en otro horario en que los demás integrantes de la familia comerán. Es importante que tu hijo/a relacione la hora de la comida con un momento de participación en familia.
Por un lado, al ver a los demás comer, aprenderá por imitación a utilizar los cubiertos, las servilletas, el vaso y los modales o “reglas” durante la alimentación.
Por otro lado, si comprende que es algo que hacen todos tendrá una mayor motivación por hacerlo y lo hará feliz.
No utilizar la televisión como el medio para que coman. Si lo hacemos se acostumbran y siempre la necesitarán, además que no podrán trabajar y “mejorar” sus dificultades sensoriales.
Emociones positivas. Es importante que el momento de la comida les proporcione experiencias satisfactorias para que luego asocien la alimentación a una actividad positiva y quieran repetirla, por lo tanto, evitemos retarlos y enojarnos.
Terapeuta Ocupacional Josefina Pizarro
TO Crecer de Colores
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