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Lo que debes saber del Método Canguro

Actualizado: 3 abr 2020


El recién nacido, prematuro o no, nace con la inmediata necesidad de encontrarse con su madre, ya que ella es el entorno más seguro para él. Han tenido 9 meses juntos durante los cuales han formado un vínculo especial que debe ser cuidado y promovido.

La Organización Mundial de la Salud, (OMS), recomienda no separar al recién nacido de su madre, ya que hacerlo conlleva perjuicios para la salud física, emocional y mental del bebé y la madre. La cercanía con la madre favorece un mejor desarrollo psicomotriz, una mayor estimulación y un aumento de sensación de seguridad al bebé. El contacto piel con piel inmediato del recién nacido y su madre tras el nacimiento regula el ritmo cardíaco, la temperatura, la glicemia y el sistema inmunitario del bebé.

La participación de los padres en el cuidado de sus hijos es uno de los ejes básicos de atención en neonatología. Pocos aspectos de la medicina neonatal son tan importantes, y a menudo tan ignorados, como la atención a la familia de un niño críticamente enfermo o un gran inmaduro.

Este método fue desarrollado en la década de 1970 por un pediatra colombiano, Edgar Rey, quien estaba buscando una solución al número insuficiente de incubadoras en las unidades de neonatología, sumado a las altas tasas de infección. Con su equipo iniciaron un programa de cuidados del prematuro que, en resumen, consistía en colocar al niño en contacto piel con piel entre los pechos de su madre, alimentarle con leche materna, adelantarle el alta y continuar con este tipo de cuidados en el domicilio.

Cuando este método se fue difundiendo a otros países, comenzaron a aparecer estudios en los que se identificaban las numerosas ventajas que el método canguro tiene para el niño. Hoy en día, casi cincuenta años después, son múltiples los estudios en todo el mundo que han demostrado los beneficios que tiene este método: es efectivo para el control de la temperatura, favorece la lactancia materna y permite y fortalece la vinculación madre/padre-hijo.

Un estudio encontró en el 2010 que este método se asocia con una reducción de un 51% en la mortalidad neonatal para bebés estables, comparado con el uso exclusivo de una incubadora. Otro estudio reportó una reducción del 60% en infecciones neonatales y casi un 80% de disminución en los eventos de hipotermia. Otros beneficios que ha mostrado son que contribuye al aumento de peso, mejora la conexión afectiva e incide de forma positiva en el desarrollo.

El método canguro se define como el contacto piel con piel entre la madre y el niño recién nacido -prematuro o no- de la forma más precoz, continua y prolongada posible con lactancia materna. Al inicio naturalmente comenzó con las madres, pero si esta figura parental no está presente el método de todas maneras muestra sus beneficios con otro adulto que pueda vincularse al niño.

Se consideran tres cosas como elementales:

  1. Contacto piel con piel, colocando al niño desnudo salvo el pañal, sobre el pecho de la madre, tan pronto y tan continuadamente como sea posible.

  2. Lactancia materna.

  3. Alta precoz con seguimiento estricto.

¿Cómo se hace?

Se coloca al niño entre los pechos de la mamá, de forma que la pared anterior del tórax del niño entre el contacto con la piel de la madre. La cabeza del niño debe volverse con suavidad hacia un lado y es aconsejable mantenerla en una posición levemente extendida para que la vía respiratoria quede libre y se permita el contacto visual entre la mamá y el niño. La respiración de la mamá ayudará a estimular la respiración del niño. El niño debe estar desnudo idealmente, y opcionalmente con pañal recortado por delante para facilitar el contacto piel con piel.

Salir de la incubadora para realizar cuidados canguro supone un cierto estrés para el recién nacido, por lo que se aconseja que permanezca en cuidado canguro entre 90 y 120 minutos como mínimo, ya que menos tiempo de contacto piel con piel no parece ofrecer ventajas (reportables según los estudios, pero somos de la opinión que cualquier tiempo de conexión madre-hijo es valioso, por “mucho” o “poco” que sea).

En la actualidad, se considera que la práctica del método canguro es uno de los instrumentos más valiosos de los que disponemos para aumentar los estímulos positivos que puede recibir el recién nacido prematuro para mejorar su desarrollo.

Beneficios para el Bebé

Como mencionamos antes, se han realizado múltiples estudios para ver de qué manera afecta este método a los bebés, en diferentes aspectos. Se ha prestado especial atención a la termorregulación, la lactancia materna, las pausas de apnea (tiempos cortos en que el niño deja de respirar), el dolor, las infecciones, el incremento de peso y los aspectos afectivos y de vinculación de los padres con el niño.

Por otro lado, el método canguro favorece la recepción de una serie de estímulos, lo cual es sumamente positivo para su desarrollo. Auditivo a través de la voz materna, olfativo por la proximidad al cuerpo de la mamá, vestibular-kinestésica por la situación del bebé sobre el tórax materno, táctil a través del contacto piel con piel, y visual, ya que colocar al niño en posición semiincorporada le permite ver la cara y el cuerpo de su madre. Todo esto es de muchísima importancia, ya que recordemos que todos los cuidados que favorezcan el desarrollo del niño facilitarán la adecuada organización cerebral y la evolución posterior.

Beneficios para los Padres

El mayor beneficio que reportan los padres que han tenido la posibilidad de practicar el método canguro, es en el aspecto emocional. Los padres valoran enormemente la posibilidad de tener contacto físico con su hijo, sobre todo un contacto físico estrecho, como el dado por este método. Para los padres el momento en que pueden acariciar a sus hijos por primera vez es muy importante, algo fundamental dentro de la unidad de neonatología. Este método les genera una sensación profunda de conexión y apego con el bebé, les hace sentirse más competentes en el cuidado de sus hijos, y en esos momentos disminuyen la ansiedad y la angustia que conlleva tener a sus hijos ingresados en la UCI neonatal. Con la práctica del método canguro, devolvemos al prematuro a sus padres, que deberían ser los auténticos protagonistas del cuidado de sus hijos. En suma, los padres se sienten más partícipes en el cuidado de su hijo prematuro, por lo que aumentan su confianza y se sienten antes preparados para el alta.

Referencias

Cuidados neonatales centrados en el desarrollo. A. Ruiz-López y cols. Bol. SPAO 2013; 7 (2)

Born to Soon. Care for the preterm baby. Joy E Lawn, Ruth Davidge, Vinod Paul, Severin von Xylander

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