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Alimentación complementaria: Sugerencias y Recomendaciones

Actualizado: 2 abr 2020


Muchos padres, madres y cuidadores tienen dudas sobre la alimentación complementaria, ¿A qué edad tengo que comenzar dándole alimentos a mi bebé?, ¿Qué alimentos le doy?, ¿Con qué consistencia? Hay muchas preguntas que son difíciles de responder y que no tienen una sola respuesta correcta, por lo que hay que investigar y ver la opción que mejor le acomode a cada uno. En este post conversaremos sobre qué es la alimentación complementaria, a qué edad hay que comenzar y sugerencias para promover una conducta alimentaria saludable.

Alimentación complementaria: Definición

La alimentación complementaria se refiere a cualquier alimento que se da en adición a la alimentación materna. La leche siempre será el centro de alimentación del bebé, pero a su debido tiempo esta debe ser complementada por otros alimentos. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la alimentación complementaria debe comenzar a los 6 meses.

Los objetivos fundamentales de la alimentación complementaria son:

  • Dar el aporte nutricional necesario para el bebé.

  • Promover un adecuado crecimiento y desarrollo integral del bebé.

  • Enseñarle distintas texturas, sabores, colores y temperaturas de los alimentos.

  • Promover una alimentación saludable que prevenga factores de riesgo para alergias, obesidad, desnutrición, entre otros.

Para que la alimentación complementaria sea exitosa desde un comienzo, es relevante seguir cuatro aspectos fundamentales:

  1. Proporcionar cantidades suficientes de alimentos de adecuada calidad para satisfacer los requerimientos nutricionales del bebé. Para esto es necesario tener orientación con un pediatra o nutricionista.

  2. Utilizar alimentos que no predispongan a la broncoaspiración.

  3. Siempre estar pendiente de lo que come el bebé y cuanta cantidad es, para evitar el ingreso de alimentos a la vía aérea.

  4. Evitar o disminuir el riesgo de alergias alimentarias. Incorporar alimentos de a uno para ver la tolerancia que tiene a este.

Para poder seguir estos cuatro aspectos fundamentales es importante respetar la edad de inicio de la alimentación complementaria, para así asegurarse que el bebé esté preparado para recibirla e ir incorporando pausadamente cada alimento.

Sugerencias para promover una conducta saludable desde la niñez temprana:

• Lactancia materna exclusiva idealmente hasta el 6º mes y complementado con alimentos sólidos hasta idealmente los 24 meses.

• Que la alimentación sea en un ambiente positivo y respetuoso.

• La familia como modelo de conducta de alimentación saludable.

• No adicionar sal o azúcar a las preparaciones ofrecidas al niño(a).

• Preferir agua y no ofrecer jugos artificiales dulces o endulzados artificialmente, ni bebidas.

• Permitir que el niño(a) coma sólo aunque se ensucie, desde el comienzo de la alimentación complementaria.

• Ofrecer nuevas comidas con cierta periodicidad.

• No alimentar para calmar dolor o tristeza, lo correcto es alimentar para saciar el hambre.

• No ofrecer porciones y texturas que no estén de acuerdo a la edad y desarrollo del niño(a).

• La introducción tardía (después de los 9 meses) de alimentos grumosos o de mayor textura, se asocia a mayor selectividad, a dificultad sensorial y a consumo de dietas menos saludables.

Relación de los hitos del desarrollo con el tipo de consistencia de los alimentos

​Cuadros-Mendoza, CA et al. 2017. Actualidades en alimentación complementaria. Acta Pediatr Mex.

En esta tabla del estudio “Actualidad en Alimentación Complementaria” se muestra los hitos del neurodesarrollo y su relación con el tipo de consistencia de los alimentos que deben consumir. A los seis meses, el lactante ha adquirido una serie de habilidades motoras que le permiten sentarse, transfiere objetos de una mano a otra, al mismo tiempo que aparece la deglución voluntaria, que le permite recibir alimentos de texturas blandas: purés o papillas con cuchara.

Luego, de los 8 a los 12 meses se deben ir modificando gradualmente la consistencia de los alimentos, pasando de blandos a picados y trozos sólidos. Actualmente se recomienda no retrasar el inicio de esta práctica más allá de los 10 meses, ya que se ha visto que, a esta edad, el niño es capaz de masticar y triturar los alimentos sólidos con las encías, y el retraso en la introducción de este tipo de alimentos puede condicionar la presencia de alteraciones de la masticación en etapas posteriores.

Es importante mencionar que hay que considerar las particularidades de cada niño, ya que hay que ver si los hitos del desarrollo están adecuados a su edad cronológica para poder iniciar la alimentación complementaria. Por esto, se recomienda preguntar siempre a un pediatra sobre cuándo es adecuado iniciar la alimentación complementaria.


Bibliografía

  • Cuadros-Mendoza, CA et al. 2017. Actualidades en alimentación complementaria. Acta Pediatr Mex.

  • Gil, A et al. 2006. Bases para una alimentación complementaria adecuada de los lactantes y los niños de corta edad. Asociación española de pediatría.

  • Ministerio de Salud. 2015. Guía de alimentación del niño(a) menor de 2 años.

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