Niños y Creatividad
- Crecer de Colores
- 24 jun 2019
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 26 mar
Sabemos que los niños tienen un potencial creativo impresionante, pero, ¿Qué significa realmente desarrollar la creatividad en la infancia? La creatividad no solo se trata de hacer arte, sino de desarrollar habilidades fundamentales para el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. En este post, exploramos por qué es esencial fomentar la creatividad desde la infancia, cómo los adultos podemos apoyar este proceso y qué beneficios aporta al desarrollo infantil.

Todos los niños nacen siendo artistas. El reto es cómo seguir fomentando esa creatividad a medida que crecen. Con esta frase el famoso pintor Pablo Picasso expresó la idea popular que tenemos todos en que vemos a los niños como unos artistas innatos, con la creatividad en su máxima expresión. Y pese a que puede ser cierto, veremos que la creatividad se desarrolla si están las condiciones adecuadas para ella y si como adultos nos encargamos de generar un ambiente que sea propicio para ella.
El rol de la creatividad e imaginación
Durante los primeros años de vida, cada experiencia es un descubrimiento, por muy cotidiana y
esta base de experiencias y situaciones novedosas representa la mejor "tierra de cultivo" desde donde nacen ideas, se asocian conceptos, y se crean soluciones. Hay miles de definiciones para la palabra creatividad, pero elegimos una que es simple y nos ayuda a entender el concepto:
"La creatividad es un espíritu emprendedor, que se aparta del camino principal, rompe el molde, está abierto a la experiencia y permite que una cosa lleve a la otra" (por Frederik Barlett). De esta forma entendemos la creatividad como una actitud y a la vez un proceso.
Cuando en la infancia usamos la imaginación, podemos recordar el pasado, traer a la mente cosas que no están presentes, y ponerlos en el lugar del otro (imaginar como se siente otro niño/a frente a una situación, por ejemplo). Además, la imaginación nos permite idear soluciones para resolver problemas, nos permite anticiparnos, descubrir y explorar cosas nuevas, desarrollando -y esto es clave- recursos originales. Cuando un niño/a está frente a un puzzle que está armando por primera vez, -y le damos espacio y tiempo para perseverar en su solución- debe recurrir a su imaginación y creatividad para encontrar la respuesta.
¿Nacemos todos siendo artistas?
Todos nacemos con una mente potencialmente creativa, pero cada niño/a puede desarrollar su creatividad de forma única. Además de las habilidades convencionales, los niños con diferentes estilos de aprendizaje o condiciones neurodivergentes también pueden mostrar una creatividad extraordinaria. Es importante que como sociedad y como adultos apoyemos todas las formas de expresión creativa. Lamentablemente, a medida que vamos creciendo, los entornos -en la mayoría de las culturas- se encargan de limitar el desarrollo de la creatividad. En la familia, en el jardín y colegio, en la universidad y el trabajo, somos encasillados e introducidos en un sistema que no deja espacio para ser creativos e imaginativos, ya que se privilegia el razonamiento lógico y científico. Por eso, creemos que como adultos tenemos el enorme desafío de inculcar en los niños una sana curiosidad por el mundo, que les permita ser creativos e imaginar cosas únicas.
Porqué es clave promover la creatividad
Pese a que en el mundo que vivimos hoy es difícil -acelerado, muchas obligaciones y distracciones, exceso de tecnología, etc-, debemos ponernos como tarea promover la creatividad en los niños. Promover la creatividad no solo ayuda a los niños a ser más independientes y originales, sino que también favorece el desarrollo de la resiliencia. Ser capaces de encontrar soluciones creativas a los desafíos de la vida les proporciona herramientas clave para adaptarse a los cambios y enfrentar la incertidumbre, habilidades fundamentales en el mundo actual. Recordemos que cada niño/a es único y especial, y si no fomentamos la creatividad y su expresión, estaremos limitando inconscientemente las posibilidades de ese niño/a de desarrollarse plenamente. En este sentido, desde la psicología los expertos recomiendan potenciar la creatividad como un promotor de la autoestima y conciencia de uno mismo, es decir, que los niños se sientan seguros para expresar sus sentimientos y emociones.
Otra de las ventajas de promover la creatividad en los niños, es que puede fomentar la sociabilización. Puede que un niño/a sea muy tímido con sus pares, pero que a través de dibujos o pinturas le resulte más fácil expresarse o encuentre tema de conversación con los otros niños, o incluso que le ayude a los padres y/o profesores a entender lo que piensa o siente.
¿Cómo promuevo la creatividad?
Como adultos, nuestro rol es crear un entorno que inspire curiosidad, proporcionándoles materiales y espacios seguros donde los niños puedan experimentar sin miedo al error. A veces, nuestra tarea es simplemente acompañar, sin interferir demasiado, y fomentar un ambiente en el que el niño/a sienta que sus ideas tienen valor.
No nos compliquemos: todo lo que los niños necesitan para ser verdaderamente creativos es la libertad de ser ellos mismos y tomar decisiones (dentro de lo razonable). Como adultos es importante que desde pequeños les vayamos dando espacio y oportunidades para desarrollar la creatividad e imaginación, y esto es más sencillo de lo que suena.
Debemos partir por pensar en el entorno del niño (físico, cultural, emocional) y tratar de hacerlo lo más contenedor y a la vez libre que podamos. Es decir, que el niño/a sienta que puede expresarse con libertad, que puede explorar y jugar con libertad, y a la vez que si tiene una dificultad o problema nosotros estamos ahí para ayudarlo. Pensemos en espacios físicos y materiales que inviten a crear: papeles, cintas, plasticina, pintura, pinceles y lápices, etc.
Una vez que tenemos lo físico, pensemos en lo intangible; que es lo más importante ya que es nuestra actitud la que le transmitimos al niño/a y que va a influenciar el desarrollo de su creatividad. Los expertos recomiendan “dejar ser y hacer”, es decir, favorecer su naturaleza espontánea, evitando desalentar sus iniciativas, permitiéndoles realizar sus ideas aunque nos parezcan poco usuales, exageradas o absurdas ya que justamente este es el camino por el que el niño(a) va descubriendo nuevas maneras de relacionarse con el mundo. En un segundo momento, será favorable prestar atención a lo que hace con el propósito de guiar su proceso, de una manera lo menos intrusiva que sea posible. En este sentido, es imprescindible valorar el “proceso”; todos aquellos intentos en que el niño(a) se atreve a probar en la búsqueda de un resultado final, y no sólo el producto de éste. Es fundamental que como adultos nos alejemos de una actitud centrada en la crítica, la comparación, la descalificación y la tendencia marcada a corregir y restringir el espíritu libre y singular de niños y niñas.

A continuación les dejamos algunos tips simples para ser promotores de la creatividad. (fuente: Chile Crece Contigo)
Respetar el juego infantil. Llenar a los niños de actividades extraescolares y llenar su agenda de obligaciones y actividades no es lo más apropiado para potenciar su creatividad. Los pequeños necesitan disfrutar de tiempo prolongado de juego libre, en el que su imaginación sea la que guíe sus actuaciones e impulse su capacidad de ser creativo.
Proporcionar un entorno inspirador. ¿Por qué no crear un espacio para que los niños y niñas den rienda suelta a su creatividad? Algunas ideas pueden ser: colocar murales en los que puedan pintar con libertad, disponer de cajas en las que puedan guardar los tesoros que encuentren y recopilar todos los juegos y juguetes que inspiren su creatividad.
Evitar dirigir sus juegos. A los pequeños les gusta idear nuevas formas de jugar, como construir una torre en vez de la figura prediseñada con los bloques de un rompecabezas. Permitirles que prueben, evitando intervenir si quisieran utilizar sus juguetes de un modo diferente (evitar "así no se construye, los árboles no se pintan de color azul, así no es el juego"). Al contrario, es importante valorarle y animarle a idear y crear otras maneras de divertirse.
Incentivar y diversificar la exploración de materiales y experiencias. Es favorable que tengan a su alcance plasticinas, papeles, pinturas de colores, cartulinas y todo tipo de materiales, incluso reciclables, con los que puedan dar rienda suelta a su creatividad, así como proporcionar experiencias de interés para el niño avivando su curiosidad, siempre dejándoles a ellos el protagonismo y la iniciativa de actuar libremente.
El aprender debe ser ante todo una experiencia divertida, lúdica, motivadora y libre. Si los pequeños artistas se ponen a pintarrajear y crear mundos de fantasía no será conveniente corregir trazos ni colores por un cuadriculado sentido de la realidad. Nuestra función es proporcionarles espacio, materiales, ocasión y tiempo para jugar y ejercer libremente su creatividad.
Ajustar los límites en su justa medida. Siempre y cuando estos brinden protección y cuidado a niños y niñas, evitando restringir la experiencia con marcadas prohibiciones y reglas que bloqueen su expresión espontánea. Es importante que los adultos nos hagamos cargo que si queremos ayudar a nuestros niños y niñas a promover su creatividad debemos conectarnos con nuestra propia capacidad creativa. Padres que se abran a la experiencia de improvisar y fantasear, atreviéndose a ser más flexibles y lúdicos como lo fuimos alguna vez de niños(as).
Referencias
The Creative Child: Constructing Creativity Through Early Childhood Education in Modern America. Knowledge Cultures 2(3), 2014 pp. 29–50.
Hacia el desafío de potenciar la creatividad de nuestros niños y niñas. Columnas del experto, Chile Crece Contigo. http://www.crececontigo.gob.cl/columna/hacia-el-desafio-de-potenciar-la-creatividad-de-nuestros-ninos-y-ninas.
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