La actividad física tiene grandes beneficios en la salud, ya sea de adultos como de niños. Sin embargo, la mayoría de las veces pensamos en la salud física. El control del peso, la presión arterial, la prevención de enfermedades, etc. Si bien esto es muy relevante y debemos hablar de ello, queremos hablar hoy del efecto sobre la salud mental y los beneficios psicológicos que tiene la actividad física en los niños.
Un niño físicamente activo, es un niño feliz. Esto no quiere decir que los niños mas "tranquilos" o que prefieren actividades más estáticas son infelices, pero sí se sabe que los niños disfrutan el movimiento profundamente.
Los expertos dicen que la actividad física en los niños tiene una serie de beneficios sobre su salud mental, los cuales te contamos a continuación:
Liberación de endorfinas
Al igual que en adultos, la realización de actividad física provoca la liberación de endorfinas a nivel cerebral, lo cual se relaciona con mayores estados de felicidad y satisfacción. Estos químicos naturales producen analgesia natural, y estimulan los centros de placer en el cerebro que nos dan sensaciones de calma y tranquilidad. Por otro lado, el ejercicio reduce los niveles de hormonas que generan estrés.
Mente saludable
Los niños que se mantienen físicamente activos -ya sea de forma recreacional o competitiva- tienen menos problemas a nivel emocional y conductual, lo que se puede traducir en relaciones más sanas y satisfactorias. Además, algunos autores han sugerido que esta salud mental positiva va también asociada a menor riesgo de uso de drogas y problemas de autoimagen en la adolescencia.
Contra la depresión y ansiedad
En los últimos años se ha estudiado esto. Hay estudios que sugieren que hacer ejercicio podría prevenir futuros síntomas depresivos en niños en edad escolar, así como ayudar a tratar la depresión infantil en conjunto con otras medidas. Un estudio realizado en Australia, que encuestó a más de 8000 niños y adolescentes, encontró que aquellos niños que tenían menos probabilidad de presentar síntomas depresivos, eran aquellos que tenían mayores oportunidades de involucrarse en deportes en el colegio, que eran muy activos en la clase de educación física, y que participaban en deportes en equipo. También encontraron que menor tiempo de pantallas, se relacionaba con menores síntomas depresivos en adolescentes.
Autoestima
La autoestima refleja el grado en que uno se valora a sí mismo y es ampliamente reconocido como un indicador clave en una buena salud mental y bienestar. Existen estudios que han examinado la correlación entre ejercicio y el autoestima en los niños, los cuales han encontrado que éstos dos elementos tienen una relación positiva. Es interesante notar que este efecto de mejoría de la autoestima gracias al ejercicio es mayor en niños con discapacidad y dificultad en el aprendizaje.
Ya sea en deportes organizados o en juegos físicos, el niño siente que está en control de su cuerpo y que puede hacer cosas increíbles con él. En este punto es importante ayudar al niño/a no dejar que la autoestima sea definida por ganar o perder, si no que enfocarla en el esfuerzo y el disfrute de la actividad física. El apoyo de los padres y profesores/entrenadores es fundamental para construir una autoestima saludable.
Protección en niños vulnerables
La actividad física no sólo tiene beneficios a corto plazo, si no que también a largo plazo. Un estudio llevado a cabo en Inglaterra encontró que niños que han sido abusados o abandonados que se implican en deportes, tienen menos probabilidad de desarrollar problemas mentales cuando son adolescentes y adultos. Es decir, que los niños con infancias adversas o que han experimentado traumas, ven beneficiada su salud mental en el corto y largo plazo por el ejercicio de forma regular.
En definitiva, la actividad física no solo es clave para mantener a los niños saludables físicamente, sino que también tiene un impacto profundo en su salud mental. Ya sea a través del juego libre, los deportes organizados o la educación física, los niños se benefician emocionalmente al moverse y explorar sus habilidades físicas. Al promover el ejercicio desde una edad temprana, estamos ayudando a los niños a desarrollar una mente sana y resiliente, brindándoles herramientas para enfrentar los desafíos emocionales que puedan encontrar a lo largo de su vida.
Referencias:
1. Kremer P, Elshaug C, Leslie E, et al. Physical activity, leisure-time screen use and depression among children and young adolescents. J Sci Med Sport. 2014;17:183-187
2. Biddle, S. J. H., & Asare, M. (2011). Physical activity and mental health in children and adolescents: A review of reviews. British Journal of Sports Medicine, 45, 886-895 doi:10.1136/bjsports-2011-090185
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