En la era digital actual, es común recurrir a dispositivos electrónicos como el celular o la televisión para mantener a nuestros hijos ocupados durante la comida. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado qué efectos puede tener esta práctica en la alimentación de tus hijos? En este artículo, exploraremos los riesgos y consecuencias de permitir que los niños coman frente a pantallas. Si tienes niños pequeños o bien trabajas con niños, vas a querer seguir leyendo.
Impacto en la Conciencia Alimentaria: Modo Zombie Activado
Uno de los efectos más preocupantes de permitir que los niños coman viendo pantallas es que tienden a ser menos conscientes de lo que están comiendo. No saborean realmente los alimentos y pueden perder la noción de las cantidades que consumen. Osea, que mentalmente se desconectan de un proceso fisiológico importantísimo que tiene impacto tanto en su salud física, como mental, y que es una tarea que harán al menos 3 veces al día durante toda su vida.
Según datos del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, los niños que comen frente a pantallas tienen un mayor riesgo de desarrollar malos hábitos alimenticios y una menor apreciación por la comida que consumen.
Consecuencias Sociales y Emocionales
El uso de pantallas durante las comidas también puede afectar el desarrollo social y emocional de los niños. Cuando los niños están absortos en una pantalla, no se sientan a la mesa en familia ni participan en conversaciones durante la comida. Esto puede conducir a una desconexión entre los miembros de la familia. Si recuerdas cuando tú eras pequeño, lo más probable es que te sentabas con tus hermanos y papás a comer, y como no había pantallas, no les quedaba otra que... si, adivinaste. Conversar y conectar entre ustedes. Según una encuesta realizada por la American Academy of Pediatrics, el 67% de los niños que comen frente a la televisión lo hacen solos y no en compañía de sus padres u otros miembros de la familia.
Riesgo de Dependencia y Obesidad
El uso excesivo de pantallas durante la alimentación puede llevar a una posible dependencia de los dispositivos electrónicos. Los niños pueden volverse adictos a la gratificación instantánea que brindan las pantallas y desarrollar dificultades para desconectarse de ellas. Además, existe una correlación alarmante entre el uso de pantallas durante las comidas y la obesidad infantil. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, los niños que comen frente a una pantalla tienen un mayor riesgo de padecer obesidad.
En la consulta vemos frecuentemente que, cuando nos llega un niño o niña con problemas para comer, en muchos casos al empezar a indagar detalles del entorno, nos encontramos con que suele comer con pantallas.
Leyendo esto puede que pienses... OK, sospechaba que no era bueno y ahora lo confirmo pero... ¿cómo lo abordo? Acá te contamos
Cómo Evitar el Uso de Pantallas Durante las Comidas
Ahora que comprendemos los riesgos, es esencial considerar tres acciones que podemos tomar para reducir el uso de pantallas durante la alimentación de nuestros hijos:
Involucrar a los niños en la preparación de alimentos: Fomenta la participación de tus hijos en la preparación de las comidas. Esto les ayudará a desarrollar un vínculo más fuerte con los alimentos y a apreciar la comida de una manera más significativa.
Responsabilidad en la Mesa: Anima a tus hijos a poner y levantar la mesa. Esto promoverá una rutina estructurada durante las comidas y minimizará la tentación de usar dispositivos electrónicos.
Apagar las Pantallas: Establece una regla clara de apagar todas las pantallas durante las comidas. Aleja tablets y celulares de la mesa para eliminar cualquier distracción y modela este comportamiento como padre o cuidador. Si tú guías con el ejemplo, será mucho más fácil para tu hijo/a seguirte.
Recuerda que si es un hábito ya instaurado para tu hijo o hija, de todas maneras que puedes cambiarlo, pero considera que es un proceso que requiere mucha constancia, paciencia, y permanente trabajo para que con el tiempo, vaya cambiando ese hábito.
En resumen, es fundamental comprender los riesgos asociados con el uso de pantallas durante las comidas de los niños y tomar medidas para evitar esta práctica. Al fomentar una alimentación consciente y el tiempo en familia durante las comidas, estamos contribuyendo al bienestar físico y emocional de nuestros hijos.
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