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Uso de Chupete: Tips de una Odontopediatra

Actualizado: 31 mar 2020


Muchos padres y madres nos preguntan a qué edad tienen que sacarle el chupete a sus hijos y de qué manera es la más fácil. Hoy día la odontopediatra Consuelo Riadi, con magíster en Odontopediatría, formación en Salud Familiar y Lactancia Materna, nos contará sobre este tema.

Las anomalías dentomaxilares son una alteración que afecta la relación armónica de la boca. El 33,3% de los niños de 4 años en Chile tienen alguna de estas anomalías (1, 2). Si bien no producen un riesgo vital, son uno de los problemas más percibidos por la población, pues afectan la estética, el habla, la masticación, la deglución y la respiración; pudiendo estar comprometidos los huesos de la cara y/o los dientes. Además, muchas de estas anomalías son progresivas, por lo que también tendrán trascendencia en el adulto (3).

Las principales causas de estas anomalías son los hábitos disfuncionales de succión (uso del chupete) prolongados más allá de la función básica de succión, que naturalmente se extingue alrededor de los 2 años de edad. Algunas de las alteraciones que se pueden producir son (3):

  • Dientes anteriores inclinados hacia adelante.

  • Menor ancho de los huesos de la boca (lo que conlleva falta de espacio para dientes definitivos).

  • Lengua en posición no adecuada al hablar y al tragar.

  • Mordidas abiertas (al cerrar la boca, dientes anteriores quedan separados).

Por esta razón nos enfocaremos en cómo prevenir las anomalías producidas por el chupete, tomando en consideración la importancia de elegir un chupete adecuado, cómo usarlo y cómo comenzar a desincentivar su uso hasta lograr eliminarlo por completo idealmente antes de los 2 años.

¿Cómo prevenir las anomalías producidas por el chupete? (*)

La gravedad de estas alteraciones dependerá de la intensidad, duración y frecuencia en la práctica del hábito (3), por lo que nos tenemos que enfocar en que nuestra guagua use el chupete succionando con menos fuerza, por períodos cortos de tiempo durante el día y eliminar el chupete antes de los 2 años de edad, para lograr esto les dejamos algunos consejos prácticos.

Todos los niños son distintos y probablemente no todas las técnicas funcionen por igual, pero lo principal es que como padres tengamos claro cuál es nuestro objetivo para que nuestras acciones no nos contradigan.

1.- Para elegirlo: Sabemos que el usar chupete puede interferir con la lactancia materna que es fundamental -entre muchas otras cosas- para lograr un desarrollo normal de las estructuras de la cara. Así que hay que fijarse que sea lo más parecido al pezón posible (chupetes con base ancha). La odontopediatra recomienda "conozco 3 marcas buenas: Pigeon etapa 1, Phillips soothie shaped y el del Dr. Marinov". Para elegir la correa que afirma el chupete lo ideal es que sea lo más liviana posible para que la fuerza que debe hacer para mantener el chupete en la boca sea mínima.

Cuando ya tengan los horarios de amamantamiento y siestas más ordenados (ojalá a los 3 meses de vida aproximadamente), lo ideal es cambiar el chupete a uno lo más chico posible y mantener el mismo modelo hasta los 2 años, así la deformación será menor (recomiendo el Avent de recién nacido, idealmente transparente para que tampoco llame la atención por la vista). Por otro lado se debe sacar la correa del chupete para evitar que lo tenga disponible todo el día para su uso.

2. 3 meses a 2 años de edad: Comenzar lo antes posible a restringir su uso… “El chupete se usa solo para dormir” debemos tenerlo claro como padres y repetírselo a nuestros hijos sin importar la edad que tengan. Así, no sólo disminuimos el tiempo en que lo usa, sino que además les enseñamos a manejar sus emociones sin una ayuda externa, es importante que no dependamos del chupete para manejar sus frustraciones, así será menos dependiente de él y será más fácil eliminarlo a los 2 años. Aquí la clave es tener 1 sólo chupete, que no lo vea durante el día y si lo pide intentar cambiar el tema (¡Ánimo! Para algunos es más difícil que para otros, pero los niños necesitan consistencia y con eso funcionan mejor. Entre más consistentes seamos con esto, más de acostumbrará el niño y más fácil será restringir su uso).

No está de más comentarles lo grandes y lindos que se ven sin chupete, ellos nos entienden más de lo que creemos, por lo que irán internalizando que van creciendo, y que eventualmente el chupete se deja de lado. Muy importante: durante la noche debemos intentar quitarles el chupete si ya logró dormirse para evitar que lo esté succionando o lo tenga entre sus dientes toda la noche.

3.- Para dejarlo: Lo primero es que todos en la familia estén de acuerdo, para evitar que llegue alguien con un chupete nuevo y retrocedan todo lo que han logrado avanzar. No elegir un momento de muchos cambios, como la llegada de un hermano, cambio de casa o la entrada al jardín, que son cambios que generan stress y no queremos agregar más dificultades.

Hay básicamente 2 formas para hacerlo, la que elijan debe ser lo que les acomoda más como padres: la drástica o la de la constancia. Les doy ejemplos de mamas drásticas con niños determinados: Uno se lo regaló al circo, otro al camión de la basura, a otra guagua que lo necesita o se lo comió el perro. Lo importante es que una vez que toman la decisión no pueden echar pie atrás. Lo más probable es que en un principio tengan que acompañarlo más para dormirse y tenga más despertares durante la noche. Siempre con palabras de amor, harta paciencia y reforzar el gran avance positivo que han tenido.

La otra forma de hacerlo requiere más pasos por lo que toma más tiempo. Esta es la técnica de la constancia. Personalmente creo que es la mejor opción para niños que son más dependientes porque les da tiempo de asimilar el cambio que viene. El primer paso es verificar que sólo haya un chupete en la casa, que ya no lo use durante el día y dejarle claro al niño que cuando su chupete se ponga viejo ya no hay más chupete. Que se ponga viejo significa que la silicona del chupete se rompió y al succionar le entra aire. Cuando entra aire ya no se ejerce presión negativa en los huesos de la cara, por lo que no hay problema que siga usando el chupete por un tiempo una vez que esté roto. Gracias a que entra aire ya no es tan placentera la succión y el niño se empieza a despedir de su chupete. Si se demora demasiado tiempo en romperse le podemos ir haciendo cortes, siempre cuidando limpiarlos durante el día para evitar la formación de hongos e ir sacando los pedazos de plástico suelto.

Otra forma que funciona con niños más grandes es un calendario motivacional. Se les puede premiar cuando tengan un avance importante pero hay que evitar que los premios sean dulces, cada familia busque lo que más le motiva a su hijo. Nota importante: Si su hijo reemplaza la succión del chupete por succión del dedo gordo habrá que volver al chupete.

Referencias Bibliográficas

(1). MINSAL, Ceballos M, Acevedo C y col. Diagnóstico en Salud Bucal de niños de 2 y 4 años que asisten a la educación preescolar en la Región Metropolitana. Chile, 2007.

(2). MINSAL, Soto L, Jara G y col. Diagnóstico en Salud Bucal de los niños de 2 y 4 años de edad que asisten a la educación preescolar en la zona norte y centro del país. Chile, 2009.

(3). Ministerio de Salud gobierno de Chile. Normas en la Prevención e Intercepción de Anomalías Dentomaxilares. 1998

(*). Los consejos prácticos sugeridos en este post son conocimientos adquiridos por la Dra. Riadi durante la práctica clínica, escuchando experiencias de distintas familias y observando resultados exitosos v/s fracasos. Cualquier información adicional contactarse con contacto@zenclinic.cl.


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