Sueño infantil: cuántas horas debe dormir tu bebé y cómo mejorar su descanso
- María Jesús González

- 17 sept
- 7 Min. de lectura
El sueño en los primeros años de vida
El sueño es una necesidad fundamental para el crecimiento, la salud y el bienestar de los niños(as). Durante los primeros años de vida, dormir no solo permite que el cuerpo descanse, sino que también favorece el desarrollo cerebral, la consolidación de aprendizajes y la regulación emocional.
Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (NSF), los bebés recién nacidos deberían dormir entre 14 y 17 horas en cada período de 24 horas, aunque algunos pueden llegar incluso a 18 o 19 horas diarias. Sin embargo, este descanso no ocurre de manera continua: los recién nacidos suelen despertarse cada pocas horas para alimentarse, ya sea cada 2-3 horas en el caso de la lactancia materna o cada 3-4 horas si se alimentan con biberón. En esta primera etapa, incluso puede ser necesario despertar al bebé para que se alimente hasta que alcance una ganancia de peso adecuada. Con el paso de las semanas y meses, los períodos de sueño se van haciendo más largos, y algunos bebés logran dormir entre 5 y 6 horas seguidas alrededor de los 2 a 3 meses, aunque cada niño(a) tiene su propio ritmo.

Es importante entender que el sueño infantil es un proceso evolutivo y natural, que cambia a medida que los niños(as) crecen. Los múltiples despertares nocturnos, especialmente durante los primeros años, cumplen funciones vitales: alimentarse, confirmar la cercanía de sus cuidadores y recibir la estimulación que necesitan para su desarrollo. Si bien puede resultar desafiante para las familias, estos despertares son parte normal del desarrollo y tienden a disminuir progresivamente entre los 2 y 5 años.
La hora de dormir también puede convertirse en un momento de vínculo familiar, ideal para leer un cuento, conversar sobre el día o simplemente compartir instancias de cariño y regaloneo, lo que ayuda a que los niños(as) asocien el sueño con seguridad y bienestar.
¿Por qué es tan importante el sueño en los niños(as)?
Dormir bien no solo significa descansar: durante el sueño ocurren procesos fundamentales para el crecimiento, la salud física y el desarrollo cognitivo y emocional de los niños(as). Cuando un niño no duerme lo suficiente, su cuerpo y su cerebro se ven directamente afectados.

El Informe FAROS de la Escola de Salut del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona señala los principales efectos negativos de la falta de sueño en la infancia:
Crecimiento afectado 🧬: durante el sueño profundo aumenta la secreción de la hormona del crecimiento, por lo que dormir poco puede alterar este proceso.
Sistema inmune debilitado 🛡️: un mal descanso reduce la capacidad de defensa del organismo, aumentando la probabilidad de infecciones y algunas enfermedades autoinmunes.
Metabolismo alterado ⚖️: la falta de sueño disminuye la producción de leptina (hormona de la saciedad) y aumenta la grelina (hormona del hambre), lo que predispone a la obesidad y problemas en el control del apetito.
Mayor riesgo de diabetes 🍬: el déficit de sueño disminuye la tolerancia a la glucosa, aumentando la probabilidad de desarrollar esta enfermedad a futuro.
Cambios en la conducta 😣: dormir poco afecta zonas del cerebro relacionadas con la toma de decisiones y el autocontrol, favoreciendo conductas impulsivas, actitudes de riesgo o incluso accidentes.
Desarrollo emocional en riesgo 💛: la calidad del sueño influye directamente en la maduración del sistema nervioso. Un mal descanso en los primeros años puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud mental en etapas posteriores.
Dificultades en el aprendizaje 📚: lejos de “descansar”, el cerebro se activa durante el sueño para procesar lo aprendido, consolidar la memoria y favorecer la atención. Estudios muestran que niños que duermen menos de 10 horas hasta los 3 años y medio tienen hasta 3 veces más riesgo de presentar menor atención y memoria a los 6 años.
En palabras de Òscar Sans, coordinador del informe FAROS, “el sueño es fundamental para el aprendizaje, la atención y la memoria. Mientras dormimos, el cerebro no se apaga: se recupera y fortalece sus funciones”.
¿Cuántas horas deberían dormir los niños(as) según su edad?
Durante los primeros días de vida, las guaguas pueden dormir hasta 23 horas al día. A medida que pasan las semanas, el sueño se va regulando y, alrededor de los 3 meses, comienzan a establecerse patrones más estables.
Es importante recordar que cada niño(a) tiene su propio ritmo de sueño: las cifras que verás a continuación son solo referenciales. Lo más importante es observar cómo descansa tu hijo(a) y cómo se comporta durante el día.
💡 Tip para padres: durante los primeros meses es normal que los bebés no distingan entre día y noche. Por eso, no te preocupes si despiertan con frecuencia: con el tiempo, su sueño se irá organizando de manera natural.

Cómo lograr que tu hijo duerma mejor
El sueño de los niños y niñas no es siempre lineal ni predecible. Sin embargo, hay estrategias simples que pueden ayudar a que tu hijo(a) descanse mejor y que la hora de dormir sea un momento más tranquilo para toda la familia.
1. Mantén expectativas realistas
Es normal que los niños(as) se despierten varias veces durante la noche, especialmente en los primeros meses de vida. Con el tiempo, estos despertares serán menos frecuentes y llegará el momento en que dormirán varias horas seguidas.
2. Crea un ambiente de calma
Baja la intensidad de la luz y los estímulos por la noche.
Usa una luz tenue para atender a tu guagua.
Evita juegos muy activos o pantallas cerca de la hora de dormir.
3. Establece una rutina de preparación
Las rutinas ayudan a anticipar que llegó la hora de dormir. Puedes:
Darle un baño tibio.
Hacerle un masaje suave o mecerle.
Leer un cuento o cantarle una canción.
Ofrecerle su manta, peluche o “tuto” favorito.
4. Atiende su llanto con rapidez
Responder pronto a sus necesidades ayuda a que tu guagua se relaje y vuelva a dormir más fácilmente. Intenta ir de menos a más:
Haz “shhh” cerca de su oído.
Tócale suavemente o háblale bajito.
Cántale su canción de dormir.
Si es necesario, tómale en brazos, mécele o revisa si requiere mamar, mudarse o simplemente contención.
5. Aprovecha la lactancia y el contacto físico
La leche materna contiene L-triptófano, un aminoácido que facilita la conciliación del sueño. Además, el contacto piel a piel, escuchar el corazón de su cuidador(a) y reconocer su olor entrega seguridad y calma.
6. Cuida el escenario de sueño
Acuesta a tu guagua recién mudada y cómoda.
Retírala de la cuna cuando esté despierta, para que asocie este espacio solo al descanso.
Mantén consistencia: siempre el mismo ambiente, rutina y señales para dormir.
7. El uso del chupete
Si decides usarlo:
Prefiere chupetes anatómicos.
No lo untes en azúcar, jugos o dulces.
Limita su uso solo a la cuna y retíralo cuando ya esté dormida.
Idealmente, comienza a retirarlo antes de los 2 años.
8. Recuerda tu autocuidado
Tu descanso también es importante. Aprovecha los momentos en que tu hijo(a) duerme para descansar, aunque sea en intervalos cortos.

¿Cuándo consultar a un especialista?
Alrededor del 50% de los niños presenta algún problema de sueño y, cuando esto se mantiene en el tiempo, puede afectar su aprendizaje, ánimo, conducta y desarrollo. Por eso es importante estar atentos a ciertas señales.
Pregúntate:
Mientras duerme tu hijo(a):
¿Ronca con frecuencia o respira con dificultad?
¿Su sueño es muy inquieto o tiene pausas respiratorias (apneas)?
¿Se orina en la cama o transpira en exceso?
¿Le cuesta conciliar el sueño o despierta muchas veces?
Durante el día:
¿Respira por la boca o muestra somnolencia excesiva?
¿Tiene conductas hiperactivas, irritabilidad o síntomas depresivos?
¿Le cuesta concentrarse, se cansa fácilmente o presenta bajo rendimiento escolar?
Si varias de estas preguntas te generan dudas, es recomendable consultar con un especialista para una evaluación y apoyo oportuno.
El sueño es un proceso que va madurando a medida que tu hijo(a) crece, y es normal que en el camino aparezcan despertares nocturnos o períodos más difíciles. Sin embargo, cuando estas dificultades se vuelven persistentes y afectan la calidad de vida de tu hijo(a) —su atención, estado de ánimo, aprendizaje o bienestar general— es fundamental buscar orientación profesional.
En muchos casos, con algunas adaptaciones en las rutinas y el entorno, se puede lograr una mejora significativa en el descanso del niño(a) y, con ello, en la calidad de vida de toda la familia.
👉 Si tienes dudas sobre el sueño de tu hijo(a), no dudes en consultar con un especialista. Dormir bien es una base fundamental para crecer sano y feliz.
Problemas comunes de sueño en bebés 😴
Es habitual que los bebés tengan despertares nocturnos, necesiten ayuda para conciliar el sueño o tengan rutinas irregulares. Estos comportamientos forman parte del proceso natural de maduración del sueño y suelen mejorar con el tiempo. Sin embargo, cuando los despertares son muy frecuentes, afectan el descanso de toda la familia o se acompañan de síntomas como ronquidos, pausas respiratorias o irritabilidad constante, es recomendable consultar con un especialista.
Cómo lograr que tu hijo duerma mejor ✅
Algunas prácticas simples pueden marcar la diferencia: establecer rutinas predecibles para la hora de dormir, mantener un ambiente tranquilo y oscuro durante la noche, responder de manera calmada al llanto y favorecer la seguridad del niño con elementos de apego (un tuto, una manta, una canción). En muchos casos, pequeños cambios en el manejo del sueño ayudan a mejorar la calidad del descanso del niño y, con ello, el de toda la familia.
Preguntas frecuentes sobre el sueño infantil (FAQ)
🟠 ¿Es normal que mi bebé se despierte cada 2 horas? Sí, especialmente durante los primeros meses de vida. Los recién nacidos suelen despertar cada 2 a 4 horas para alimentarse. Con el crecimiento, los períodos de sueño se van alargando, aunque cada niño tiene su propio ritmo.
🟠 ¿A qué edad los niños duermen toda la noche?No existe una edad exacta. Muchos bebés logran dormir tramos largos entre los 6 y 12 meses, pero otros pueden tardar más. Lo importante es favorecer rutinas y un ambiente adecuado para que poco a poco consoliden el sueño nocturno.
🟠 ¿Cuántas siestas necesita un niño de 2 años?Generalmente, los niños de 2 años duermen una siesta diaria, aunque algunos pueden necesitar dos siestas cortas. Lo ideal es respetar las señales de sueño del niño y mantener horarios regulares.
Bibliografía
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. (2024). No dormir suficiente altera el crecimiento en niños, predispone a infecciones y dificulta el aprendizaje. FAROS - Observatorio de la salud infantil y juvenil. Disponible en: https://www.sjdhospitalbarcelona.org/es/noticias/no-dormir-suficiente-altera-crecimiento-ninos-predispone-infecciones-dificulta-aprendizaje
Chile Crece Contigo. (s.f.). El sueño en los primeros años. Disponible en: https://www.crececontigo.gob.cl/tema/el-sueno-en-los-primeros-anos/
Clínica Alemana de Santiago. (s.f.). Trastornos del sueño en niños. Disponible en: https://www.clinicaalemana.cl/especialidades/pediatria/areas-de-trabajo/trastornos-del-sueno







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