Baby Led Weaning: Evidencia y recomendaciones
- Crecer de Colores
- 25 feb 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 17 mar
Existen muchas opiniones y experiencias sobre el Baby Led Weaning (BLW) como método de introducción de alimentos (puedes revisar qué es el BLW aquí). Pero, ¿qué dice la evidencia científica al respecto? ¿Qué recomiendan los expertos? En este post te contamos -con datos y estudios de por medio- la información actualizada sobre el BLW.

¿Qué es el Baby Led Weaning?
El BLW es una forma de ofrecer la alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad, en la que al bebé se le permite “dirigir” el proceso desde el principio. Los padres deciden qué ofrecer asegurando que sean alimentos sanos, seguros y variados, mientras que el bebé elige qué comer y cuánta cantidad. El término "baby led weaning" puede traducirse como "destete guiado por el bebé" y se basa en la introducción de alimentos en pedazos grandes para que el bebé los manipule y coma por sí mismo. Es clave entender que mediante este método, se ve al niño como actor principal en su proceso de transición, no como una boca pasiva que los adultos deben llenar de comida.
¿Cuál es su origen?
A raíz de las recomendaciones de la OMS en el año 2002 de iniciar la AC a los 6 meses, padres y profesionales comienzan a cuestionar la necesidad de los triturados. Pese a tener un origen empírico, cuenta con investigaciones que han evaluado su seguridad, aplicabilidad y efectos a mediano y largo plazo.
¿Cómo se pone en práctica?
De manera muy general: el bebé se sienta a la mesa con la familia en las comidas y se le ofrece la misma comida (sana) que al resto, en trozos de alimentos de consistencia blanda y apropiados a su desarrollo psicomotor (grandes al principio, posteriormente pequeños). De esta forma, el bebé se alimenta por sí solo desde el principio; al comienzo con las manos y posteriormente con cubiertos. Al principio, se le dan alimentos en forma de palitos o "finger food" para que los agarre con su puño. Así, el bebé puede agarrar la comida con su puño y comer lo que sobresale. Luego, con mayor destreza motora, puede recibir pequeños trozos seguros.
Beneficios del BLW: Además de promover la autonomía y mejorar las habilidades motoras finas, estudios recientes sugieren que el BLW puede fomentar una actitud más positiva hacia la alimentación y una mayor aceptación de una variedad de alimentos. También se ha asociado con una menor prevalencia de comportamientos alimentarios selectivos en etapas posteriores.
Riesgos y Consideraciones: Aunque el BLW tiene múltiples beneficios, es importante mencionar que la evidencia sobre sus riesgos y beneficios aún es limitada y se requieren más estudios para obtener conclusiones definitivas.
Adaptaciones del BLW: El método BLISS (Baby-Led Introduction to Solids) es una adaptación del BLW que incorpora estrategias para abordar preocupaciones como el riesgo de atragantamiento y asegurar una ingesta nutricional adecuada. Esta variante puede ser una opción para padres que buscan un enfoque más estructurado.
Recomendaciones de Organismos Oficiales: La Asociación Española de Pediatría ha elaborado una guía para padres sobre alimentación complementaria, dedicando un apartado al BLW y proporcionando recomendaciones basadas en evidencia científica. Incorporar estas directrices puede ser positivo.
¿Es válido para todos los bebés?
El BLW se ha estudiado en niños nacidos a término, sanos y con un desarrollo psicomotor normal, tanto alimentados al pecho como con lactancia artificial. Con la información y precaución adecuadas, la mayoría de las familias pueden practicar BLW de forma segura y eficaz. En niños prematuros se podría evaluar individualmente, pero siempre atendiendo a la edad corregida y no la cronológica. No se recomienda en niños con retraso del desarrollo psicomotor, trastornos de deglución, ni dificultades neurológicas o motoras.
La evidencia
Debido al creciente interés de los padres por este método, se han realizado estudios para saber a ciencia cierta si es seguro, si es nutricionalmente adecuado, y si tiene riesgos asociados. En el año 2017, la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica declaró que no hay suficiente evidencia para extraer conclusiones sobre el método BLW. A continuación les contamos algunos resultados de una revisión sistemática (una especie de sumario de varios estudios a la vez, éste de 12 investigaciones) del 2018:
Riesgo de atragantamiento: Si bien todo bebé que aprende a comer enfrenta cierto riesgo de atragantamiento, debido a que por primera vez hay pedazos de comida en la boca, y se está aprendiendo a masticar y tragar de forma segura. En varios estudios no se encontraron diferencias en el riesgo de ahogo entre los niños alimentados con BLW y los con alimentación tradicional (AT). Sin embargo, el 30% de los niños con BLW experimentaron un episodio de atragantamiento con manzana. Para minimizar riesgos, se recomienda supervisión constante, evitar alimentos duros o de forma cilíndrica y conocer maniobras de desobstrucción.
Energía y desarrollo: Los resultados fueron muy variables. Un estudio encontró que entre los niños alimentados con BLW habían más con bajo peso, y otro que las madres con BLW reportaban que sus hijos tomaban más leche y comían menos sólidos, pero en ningún estudio los niños alimentados con BLW mostraron retraso del crecimiento.
Hierro: A partir de los 6 meses, la leche materna no cubre completamente los requerimientos de hierro del bebé, por lo que debe ser suplido con alimentos. Una preocupación es que el método BLW no sea efectivo para esto, lo cual se basa en que las comidas que generalmente se ofrecen a los bebés por su consistencia -como frutas y verduras cocidas al vapor- son bajas en hierro. En el estudio no se encontraron diferencias significativas, pero se ha observado que el BLW puede generar déficits si no se incluyen alimentos ricos en este mineral. Para evitarlo, se sugiere ofrecer carnes, legumbres y cereales fortificados de forma adaptada a la autonomía del bebé.
Saciedad y control de peso: En general se postula que el BLW favorece la alimentación perceptiva, promoviendo que el bebé regule su hambre y saciedad. Un estudio encontró que los niños con BLW mostraban menor ansiedad con la comida, menor "juego" con la comida, y más respuestas de saciedad. En relación al peso, la mayoría de los estudios no han encontrado diferencias significativas y, además, no se han encontrado diferencias en las calorías totales ingeridas entre uno y otro método.
Conducta Alimentaria: Un estudio encontró que las madres que usaron BLW reportaron menor ansiedad en torno a las comidas, menos restricción en los alimentos y mayor concientización.

Recomendaciones Prácticas
Ofrecer alimentos blandos en trozos grandes para facilitar el agarre (rodajas de palta/aguacate, plátano, trozos de zanahoria cocida).
Evitar alimentos duros, redondos o pegajosos (uvas enteras, frutos secos, palomitas de maíz).
Supervisar siempre al bebé mientras come.
Incluir alimentos ricos en hierro como carnes desmenuzadas, legumbres y cereales fortificados.
Incorporando el Método BLISS
Para abordar los riesgos asociados al BLW, como el atragantamiento y la ingesta inadecuada de nutrientes, se desarrolló una variante del BLW: el enfoque BLISS (Baby-Led Introduction to Solids). Este método incorpora pautas específicas para garantizar una dieta equilibrada y minimizar riesgos.
En suma, la evidencia aún tiene mucho que mostrar en torno al tema, y sobre todo falta evidencia que muestre los efectos del BLW a largo plazo. Sin embargo, hoy en día, lo ideal es transmitir a los padres lo que sí se sabe y que cada familia dentro de sus preferencias y contextos pueda decidir cómo comenzar. La introducción de sólidos siguiendo los principios del BLW podría presentar algunas ventajas, pero depende de los padres ir probando y viendo cómo se sienten al respecto, siendo cuidadosos y prestando siempre mucha atención a las señales del niño.
Referencias Bibliográficas
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