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Niños y deportes en equipo: ¿Porqué y cómo elegir?

Actualizado: 3 abr 2020


Podemos mantener a los niños activos de muchas maneras (revisa los posts anteriores), y el ejercicio tiene grandes beneficios para la salud tanto física como mental, pero los deportes en equipo tienen beneficios extra que quizás no conocías para los niños. En este post te contamos cuáles son esos beneficios, así como una pequeña guía para elegir el deporte adecuado para tu hijo/a.

¿Porqué fomentarlos a formar parte de un equipo?

Actitud de Equipo

Cuando uno forma parte de un equipo, se crea una actitud de equipo. Esto significa que el niño o niña deja de pensar por algunas horas en sí mismo para enfocarse en el grupo al que pertenece. Esta actitud promueve el espítitu deportivo, además de la cooperación entre compañeros. Los niños aprenden a trabajar juntos para alcanzar una meta en común, aún cuando un niño no sea amigo de otro o no se lleven bien. Aprender a trabajar con personas de distintas personalidades y procedencias es clave en la edad escolar.

Respeto

Los deportes en equipo significan que los niños están en constante interacción con otros en situaciones diversas. Ya sea en prácticas, partidos, juegos o competencias, los niños deben aprender a relacionarse con otros de forma respetuosa. Además de escuchar al entrenador y a sus compañeros, los niños se aprenden a respetar entre sí, dentro y fuera del equipo. Ya sea un niño/a que tiene mucha habilidad u otro que le cuesta un poco más, se aprende que todos somos iguales y que todos merecemos respeto por igual.

Manejo del tiempo

Al involucrarse en prácticas deportivas -aunque esto también sucede en deportes individuales- los niños deben aprender a manejar sus tiempos. Los niños pequeños, por ejemplo, van aprendiendo que existen tiempos para jugar de forma activa en el patio, y existen tiempos para actividades más tranquilas, como mirar libros o armar puzzles. Se va incorporando la noción de que se debe ir dividiendo el tiempo para todas las actividades del día. Los niños más grandes que se incorporan a deportes en el colegio por ejemplo, aprenden que hay ciertas horas en las que deben dedicarse a las ciencias con un libro, y otras que son para entrenar. De esta forma los niños van adquiriendo un balance a la hora de manejar sus tiempos, dedicando parte a estudiar, entrenar, descansar y jugar.

Apoyo y amistad

Los niños hacen amigos fácilmente cuando hacen un deporte en equipo, gracias a las horas que pasan juntos y los desafíos que enfrentan en conjunto. Para quienes les cuesta hacer amigos o son tímidos en la sala de clases, esto es clave, ya que el deporte es un ambiente más relajado y lúdico, en donde los niños se pueden expresar con mayor facilidad y son más libres para cometer errores. Con el tiempo, generalmente los miembros de un equipo forman sólidos lazos de amistad que entregan soporte y apoyo a través de las interacciones del día a día.

Protección

Existen estudios que han seguido a través del tiempo a niños participantes de deportes en equipo, y que han visto que estos niños al pasar por la adolescencia en general, presentan menos problemas conductuales, tienen mejores relaciones con sus pares, tienen mayor autoestima, y se desempeñan mejor en lo académico. Ojo, no significa que un niño que juega fútbol por ejemplo en una liga va a ser un estudiante perfecto en el colegio o un hijo perfecto. Los resultados y las experiencias de los padres sugieren que los deportes en equipo tienen beneficios globales en el desarrollo de los niños, y que son una herramienta simple para apoyarlos en los años escolares.

¿Cómo elegir?

Pese a que los niños en general les gusta la actividad física y disfrutan los juegos activos, la realidad es que no a todos les gusta lo mismo e incluso no a todos los niños les gusta por ejemplo el fútbol. Como en todo lo demás, cada niño es distinto y para un mismo niño/a sus intereses pueden ir variando en el tiempo. Algunos niños pueden necesitar un poco de ayuda para encontrar el deporte que les calce mejor, otros pueden tenerlo claro desde siempre. Lo cierto es que para que aseguremos que se involucren en actividades físicas de forma regular y se convierta en un hábito, debemos -como padres y educadores- guiarlos y entregarles el apoyo necesario para que tengan acceso a estas oportunidades deportivas.

  • Conocer: Puede que tu hijo/a ya conozca algunos deportes y le interese uno en particular, pero si no es el caso, lo mejor es permitirle a los niños experimentar y conocer distintos deportes o formas de realizar actividad física. Para muchos niños la clase de educación física del colegio es un sufrimiento, ya que lamentablemente en la mayoría de los casos no está diseñada ni implementada para todos. Muchos niños desarrollan un rechazo a la práctica deportiva en consecuencia, que puede permanecer toda la vida. Dado lo anterior, démosle a los niños la valiosa herramienta de poder elegir, conociendo las distintas experiencias de actividad física que existen. La curiosidad es la mejor amiga en este punto.

  • Interés: Puede parecer obvio, pero muchas veces no lo es. Que al papá le guste el fútbol o que la mamá haya sido seleccionada nacional de voleyball no deben ser determinantes para forzar a un niño a realizar un deporte en particular. Puede que tenga mucha habilidad o que tenga las cualidades físicas adecuadas, pero que no le guste, y como adultos es nuestro trabajo saber y respetar eso. Cuando un niño muestra interés en una actividad, eso es lo principal que va a determinar que el niño disfrute y permanezca en eso.

  • Diversidad: Me acuerdo que cuando era chica, las opciones extraprogramáticas deportivas de mi colegio eran: atletismo, voleyball o gimnasia artística. Era un colegio de puras mujeres y por lo tanto, no nos ofrecían otros como fútbol, basketball, o tenis. ¿Me habría interesado más alguno de esos deportes? Quizás si, o quizás no. El punto es que habría tenido más opciones, aumentando mis probabilidades de elegir y disfrutar. Muchos talleres deportivos ofrecen clases de prueba gratis, en donde el niño/a puede ir y ver si le gusta o no, si lo pasa bien o no -eso es lo importante-. Los deportes "tradicionales" no tienen porqué ser lo que al niño/a le guste, y puede encontrar un gran interés en otros menos conocidos o menos ofrecidos dado su género, condición social, edad, etc.

  • Temperamento y personalidad: Algunos niños son naturalmente extrovertidos, hacen amigos rápidamente y entablan conversaciones con facilidad. Estos niños generalmente disfrutan los deportes en equipo o actividades físicas grupales. Por otro lado, hay niños más reservados que prefieren actividades menos intensas y con menos cantidad de personas; éstos niños pueden preferir deportes como la natación o el tenis. Ojo que esto no es una regla, es una guía general.


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