En cuanto al desarrollo psicomotor, los pediatras siempre están -o debiesen estar- atentos a su evolución. A veces algunos niños no presentan las habilidades esperadas para su edad, y es cuando debemos estar atentos para ver qué está ocurriendo. En este post les contamos todo acerca del retraso del desarrollo psicomotor (RDSM): de qué se trata, cómo se debe abordar, y cómo podemos tener una actitud preventiva.
¿Qué es el Retraso del Desarrollo Psicomotor?
Este diagnóstico implica que los logros del desarrollo de un determinado niño aparezcan con una secuencia lenta para su edad y/o cualitativamente alterada. Se refiere a los primeros hitos, a lo largo de los 30-36 primeros meses de vida. Clásicamente se centraba este diagnóstico en las habilidades motoras del niño, pero en la actualidad existe un enfoque más integral que también considera la evaluación de aspectos sensoriales, cognitivos e interactivas del niño/a.
Como sabemos, existe un curso de desarrollo estudiado que es el típico, que presenta la gran mayoría de los niños. Sin embargo, hay niños que sin tener ningún problema médico están en el límite de esta "zona de normalidad". Ejemplo: La edad esperada para que un niño camine es entre los 10 y 18 meses (en nuestro país, en general, los niños caminan pasado el año). Si hay un niño que tiene 14 meses y aún no aprende a caminar, no nos preocupamos, ya que está dentro de lo normal. Pero si el niño cumple 1 año y medio y está lejos de adquirir la marcha independiente, entonces sí debemos poner atención y evaluar qué puede estar detrás de esta situación. Lo anterior corresponde a un ejemplo de un niño con un retraso en el desarrollo psicomotor. Es importante mencionar, sin embargo, que al ser un proceso simultáneo de varios aspectos del desarrollo, lo más común es que se presenten dificultades en más de un área. En el ejemplo anterior, no sería raro encontrar que el niño tampoco dice palabras aún -cuando por su edad debiese decir ya algunas palabras como "papá" o "mamá"-.
¿Porqué ocurre?
Cuando un niño es diagnosticado con un RDSM, la conducta médica se orienta a descubrir si es un problema aislado -probablemente por pobre y/o inadecuada estimulación por parte del entorno socio-familiar, o si es un problema de causa médica (como enfermedades genéticas, desnutrición crónica, cardiopatías congénitas, o trastornos neurológicos). Además, algunos niños con trastornos sensoriales (como déficits visuales o auditivos) también pueden presentar RDSM. No queremos llenarlos de información confusa sobre las causas -muchísimas- del retraso del desarrollo psicomotor, pero sí queremos transmitirles que el RDSM a veces es el problema en sí, o a veces es un síntoma de una enfermedad.
Debido a que los primeros años el cerebro y el sistema nervioso central de los niños es altamente susceptible a intervenciones, la detección de un problema de desarrollo debe ser precoz. Es fundamental que así sea, ya que de esta forma, de necesitarlo el niño/a puede recibir terapia - kinesioterapia, fonoaudiología ,terapia ocupacional- o exámenes médicos de forma oportuna, mejorando su pronóstico y previniendo mayores problemas a futuro.
Es fundamental que los padres se informen sobre las generalidades del desarrollo normal de su hijo/a, con el fin de estar atentos a cualquier señal o retraso en la aparición de los hitos motores, de lenguaje, y cognitivos.
En ocasiones llegan pacientes a terapia cuando ya hay una historia de meses, o incluso años en que se sospechaba de algún RDSM pero nadie optó por derivar oportunamente al niño o los padres simplemente decidieron esperar. En estos casos, este tiempo se "sospecha", es tiempo que potencialmente se podría haber aprovechado para hacer exámenes médicos o entregar terapia de estimulación o neurorehabilitación al niño/a.
Importante considerar
Es normal una cierta variabilidad de un niño a otro. No porque un niño se siente a los 6 meses y su hermano a los 8, el hermano tiene algún problema o el primero es superdotado.
La estimulación que se recibe en el hogar y la calidad de interacciones con los padres son grandes influencias en el desarrollo psicomotor, pero no lo definen en un 100%.
De la misma manera que hay niños con retardo en el crecimiento que pueden llegar a ser muy altos, hay niños cuyo desarrollo psicomotor es lento pero acaban siendo normales.
A pesar de lo anterior, nunca es normal que un niño "retroceda" en su desarrollo motor. Por ejemplo, un niño que aprendió a caminar hace 6 meses y luego deja de hacerlo, requiere evaluación neurológica.
No todas las áreas se desarrollan con la misma velocidad. Existen niños normales o incluso precoces en el resto de las funciones, que no caminan hasta los dos años o que no dicen ni una palabra hasta prácticamente los tres años. En muchos de ellos existen antecedentes familiares de inicio retardado de la marcha o del lenguaje.
Siempre a los niños prematuros se les debe evaluar -y por lo tanto "exigir"- en relación a su edad corregida. Si no se hace esto, estamos exigiéndole algo a un niño para lo cual no está preparado, y por lo tanto lo estamos evaluando con más retraso del que probablemente tiene.
Como podemos ver, el RDSM es un diagnóstico amplio que puede abarcar distintas patologías médicas o presentarse por sí solo. Pero siempre es fundamental que los padres y el pediatra estén atentos al desarrollo del niño/a, de manera de poder actuar de forma oportuna en caso de requerir mayor estudio o derivación a terapia. Si como papá o mamá tienes dudas sobre el curso del desarrollo de tu hijo/a y no quedas satisfecha con la actitud de tu pediatra, no dudes en consultar con otro profesional que te haga sentir cómoda. Por otro lado, te invitamos a mantenerte informada/o sobre el curso general del desarrollo psicomotor normal, recordando que todos los niños son diferentes pero siguen un desarrollo similar.
Referencias:
Evaluación y manejo del niño con retraso psicomotor. Trastornos generalizados del desarrollo. Rev Pediatr Aten Primaria vol.13 supl.20 Madrid nov. 2011
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