Alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) en bebés: síntomas, alimentos permitidos y fórmulas gratuitas
- Crecer de Colores
- 30 jul
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La Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca (APLV) es una de las alergias alimentarias más frecuentes en la infancia. Aunque puede ser una experiencia desafiante, especialmente al inicio, es importante saber que su diagnóstico y tratamiento están cada vez más estandarizados y cuentan con cobertura en todo el sistema de salud público y privado en Chile.
¿Qué es la Alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV)?
Se trata de una reacción del sistema inmune del bebé frente a las proteínas presentes en la leche de vaca. Esta alergia afecta entre un 2 y un 3% de los niños menores de tres años y puede manifestarse a través de síntomas digestivos, respiratorios o en la piel. En lactantes, los síntomas digestivos son los más frecuentes e incluyen:
Vómitos que no siguen un patrón típico de reflujo.
Diarrea o deposiciones con sangre.
Estreñimiento persistente.
Cólico abdominal que no cede.
Rechazo alimentario o poco aumento de peso.
En algunos casos también se observa dermatitis atópica moderada a severa, irritabilidad constante o manifestaciones respiratorias como tos y dificultad para respirar.

¿Cómo se diagnostica?
No existe un único examen que confirme la APLV de forma inmediata. Por eso, el diagnóstico se basa en una evaluación clínica completa realizada por un profesional capacitado.En general, se recomienda una dieta de exclusión (eliminando la leche de vaca y sus derivados), observando si los síntomas mejoran. Posteriormente, puede realizarse una prueba de provocación para confirmar el diagnóstico.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento principal consiste en evitar por completo la proteína de la leche de vaca. Esto implica revisar cuidadosamente etiquetas de alimentos, medicamentos e incluso productos de higiene que pudieran contenerla.
Si el bebé está siendo amamantado, se recomienda que la madre continúe la lactancia, eliminando los lácteos de su propia dieta.
Si el bebé recibe fórmula o necesita una suplementación, se utilizan fórmulas especiales indicadas por el médico tratante: fórmulas extensamente hidrolizadas o fórmulas aminoacídicas, según la necesidad.
A partir de los seis meses, la alimentación complementaria debe iniciarse sin incluir productos lácteos, y es fundamental contar con asesoría nutricional para asegurar un crecimiento adecuado.
¿Qué alimentos están permitidos y cuáles deben evitarse?
Una vez confirmado el diagnóstico de APLV, es fundamental revisar con atención la alimentación del niño o niña. Para facilitar este proceso, compartimos a continuación un listado de alimentos permitidos y prohibidos, según lo indicado en la Guía Clínica del Ministerio de Salud. Esta información te ayudará a tomar decisiones más seguras y evitar exposiciones involuntarias a la proteína de la leche de vaca.
Alimentos permitidos Sin soya o Proteína leche vaca o caseína | Alimentos prohibidos |
Lácteos: leches extensamente hidrolizadas o con mezclas de aminoácidos. | Leche de vaca, entera, semi-descremada, descremada, con sabor, evaporada, condensada, sólidos de leche, y yogurt, manjar, cremas, dulces y ácidas, quesos, chocolates comerciales, que tengan leche, cereales con leche, quesos Caseinato de calcio, leches tratadas con lactobacillus, lactoalbúmina, suero, cuajo, lactoglobulina, lactasa, quesillo, queso fresco. Leches con lecitina de soya Leche de soya, lecitina de soya, jugos de soya, extensores de embutidos. |
Carne: pollo, pavo, cerdo, huevo, vacuno, probar SEGÚN TOLERANCIA. | Carnes elaboradas, embutidos ( vienesas, fiambre , pates) que contengan proteína texturizada de soya( extensores de soya). Quesos, crema o rellenos con vienesas, Preparaciones con leche vaca, soya, lecitina de soya. |
Pan, cereales, pastas: Todo los cereales que no contengan leche, soya o caseína: pan francés, fideos, tallarines, espaguetis, macarrones (sin queso), pan de maíz, arroz, cereales sin leche confeccionados con: maíz, trigo, cornflake de maíz, macarrones de trigo, tapioca, tallarines , fideos de porotos verdes, tortilla de maíz, quínoa, cuscus, amaranto. |
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Vegetales: cualquier verdura o preparaciones que no contenga soya, caseína o leche de vaca. Por ejemplo legumbres (arvejas, porotos, lentejas) ,verduras (espinaca, acelga, zapallo italiano), tubérculos ( papas) , raices ( zanahoria) | Cremas de verduras con leche, vegetales apanados, papas o puré instantáneos. Que contengan lecitina de soya, aceite de soya. |
Frutas: Todas en estado natural congeladas, conserva, jugos de fruta natural, o bebidas. Frutas secas | Todas las frutas preparadas como relleno para pastelería, kuchen, tartaletas, pasteles, etc. con leche de vaca o caseína, soya o lecitina de soya |
Aceites o grasas: margarinas sin leche, aceites vegetales 100%: de oliva, maíz, maravilla, pepa de uva. | Mayonesa o salsas de aderezo con caseína, leche de vaca, cremas de leche, lecitina de soya o soya. Aceite de soya, mezclas de aceites vegetales con aceite de soya, lecitina de soya, productos con soya |
Dulces y postres: azúcar, miel, melaza, jarabes de maíz, jalea, gelatinas, dulces hechos en casa con ingredientes permitidos, helados de agua, tapioca, coco, marshmellows, bebidas carbonatadas. | Cualquiera que haya sido preparado con leche de vaca, soya, caseína, crema etc., con agregados de estabilizadores de soya, saborizantes de jarabe de soya, lecitina soya. |
Misceláneas: sal, especias, Hierbas, extractos, aceitunas, cabritas, bebidas descafeinados, cocoa, sopas hechas en casa. | Salsas para sazonar, sopas comerciales, postres comerciales, batidos. |
Aditivos: ninguno |
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¿Hay cobertura para el tratamiento?
Sí. Desde 2019, el tratamiento con fórmulas especiales para niños con APLV cuenta con cobertura universal, independiente del sistema previsional (Fonasa, Isapre o Fuerzas Armadas y de Orden). Pueden acceder gratuitamente a estas fórmulas todos los niños y niñas menores de dos años (edad cronológica o corregida en el caso de prematuros) con diagnóstico confirmado de APLV.
La derivación al programa debe ser realizada por el médico tratante, que puede ser pediatra, gastroenterólogo, inmunólogo o médico general (en regiones donde no haya especialistas).Las fórmulas se retiran mensualmente en los centros de salud, según la programación de cada establecimiento.
¿Puede la APLV afectar el desarrollo psicomotor del niño?
Aunque es una preocupación frecuente entre madres y padres, no existe evidencia actual que relacione directamente la APLV con retrasos en el desarrollo psicomotor. Sin embargo, sí se ha observado que esta condición puede impactar de forma indirecta en la forma en que el niño explora el mundo y se relaciona con su cuerpo, sobre todo durante los primeros meses de vida.
La APLV suele estar asociada a dolor abdominal, reflujo y vómitos frecuentes, lo que puede hacer que el niño no esté en condiciones óptimas para jugar, estar boca abajo o moverse libremente. Esto puede influir en su disposición para avanzar en ciertos hitos esperables para su edad, no porque exista un retraso propiamente tal, sino porque necesita más acompañamiento y estímulo para lograrlos.
Por otro lado, estudios han mostrado que los niños con APLV tienen hasta tres veces más probabilidades de desarrollar dificultades alimentarias con un componente sensorial. Esto se debe a que la experiencia de alimentarse ha estado muchas veces asociada al dolor, lo que genera rechazo, selectividad o desagrado frente a nuevas texturas, olores o sabores.
En estos casos, existen intervenciones que pueden ser muy útiles para apoyar su desarrollo integral:
🧠 Kinesiología: para promover posturas y movimientos adecuados según su etapa evolutiva, y entregar estrategias físicas que ayuden a calmar el llanto o malestar.
🍽 Fonoaudiología: si presenta dificultades para incorporar nuevos alimentos o muestra rechazo oral en la alimentación complementaria.
✋ Terapia ocupacional: cuando hay respuestas sensoriales exacerbadas vinculadas al dolor o a experiencias negativas en torno a la comida.
🧡 Psicología: para acompañar emocionalmente a los padres, que muchas veces viven este proceso con preocupación, angustia o frustración.
Cada niño es distinto, y muchas veces basta con una observación atenta y un acompañamiento respetuoso para que logren avanzar a su ritmo. La clave está en detectar a tiempo cuándo necesitan un poco de apoyo adicional.
Un diagnóstico que mejora
Aunque recibir el diagnóstico de APLV puede ser angustiante para muchas familias, es importante saber que el pronóstico a mediano y largo plazo suele ser favorable. En la mayoría de los casos, la alergia desaparece durante los primeros años de vida.
Con el acompañamiento adecuado y acceso al tratamiento, es posible vivir esta etapa con tranquilidad y confianza.
Si necesitas orientación o simplemente conversar con un profesional, estamos aquí para acompañarte.

Referencias
Ministerio de Salud de Chile. (2019). Guía Clínica Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca (APLV). Recuperado de https://saludresponde.minsal.cl/wp-content/uploads/2019/01/Guia-Clinica-Alergia-Proteina-de-la-Vaca-2.pdf
Ministerio de Salud de Chile. (s.f.). Programa de Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca. Recuperado de https://saludresponde.minsal.cl/programa-alergia-proteina-leche-de-vaca/
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