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Domingo de Comunidad: ¿Cómo es ser una neurokinesióloga infantil?

Actualizado: 3 abr 2020


La labor de un neurokinesiólogo infantil es bella y está llena de desafíos. Hoy entrevistamos a la kinesióloga infantil Begoña Donoso, quien nos cuenta su visión de esta profesión y cómo se enfrenta al día a día en un trabajo exigente, pero con grandes recompensas.

Cuéntanos cómo es tu trabajo de forma general, que labores realizas en el día a día. Si te afecta de manera emocional tu labor, cuéntanos un poco de esto.

Trabajo en una Clínica Domiciliaria Pediátrica donde le entregamos servicios multidisciplinarios a niños con patologías crónicas, entre ellos muchos conectados a ventilación mecánica asociado a patologías neurológicas o cardiorespiratorias. Son niños que presentan un diagnóstico grave pero que están estables dentro de su condición por lo que se les da la posibilidad de seguir un tratamiento en sus propios hogares.

En mi caso yo trabajo en el área de Nuerorehabilitación Infantil, donde mi trabajo es ir a realizar terapia motora a todos los niños que lo requieran, muchos de ellos con síndrome de Down, parálisis cerebral, retraso del desarrollo psicomotor, prematuros, entre otros. Manejo de una casa a otra para ir a verlos diariamente y mi terapia consiste en potenciar sus habilidades motoras para que ellos logren desarrollarse de mejor manera en su día a día, potenciar el juego, la conexión con el medio, la exploración, reconocer su cuerpo y sus habilidades motrices entre otros, en fin, sacarlos de su zona de protección y potenciarlos al máximo.

Es un trabajo con muchas dificultades … son pacientes el cual la mayoría están conectados a un ventilador mecánico 24/7, constantemente intervenidos y muy limitados en cuanto a su exploración individual, lo cual es producto de sus patologías de base... esto les genera un gran retraso en sus hitos motores, se debe trabajar en espacios muchas veces reducidos y limitados por el circuito del ventilador, te debes enfrentar a distintas situaciones familiares, ambientes favorables y desfavorables para el niño pero cabe destacar que fuera de todos estas barreras, los pequeños avances que uno va viendo en sus pacientes, la forma en que disfrutan de lo simple que es jugar y explorar y de como ellos se entregan a uno con tanta facilidad para poder trabajar y querer aprender cosas nuevas supera toda dificultad que uno pueda encontrar en el camino. Mi trabajo me llena de orgullo y claramente es un trabajo que uno tiene que involucrarse de manera emocional, si no, las terapias no tendrían sentido. Me afecta de manera emocional pero positivamente, los niños entregan una energía distinta que uno ocupa para trabajar todos los días con ellos. La entrega que uno hace en este trabajo sin duda te reconforta en lo emocional. Es difícil ver la realidad de sus condiciones pero para mí en lo personal no es una barrera, para mí todos tienen un pronóstico favorable y voy con eso de frente cada vez que voy a realizar la terapia.

¿Cómo es trabajar con niños con distintos niveles de discapacidad?

¡Los niños con discapacidad son maravillosos! Tienen una forma de vivir muy humilde y sencilla, se contentan con lo simple, se maravillan con pequeños detalles y tienen mucho potencial. Yo soy de la idea que los niños con discapacidad son especiales no por su condición si no porque enfrentan la vida de una manera distinta, en el caso de mis pacientes muchos llegan al mundo con una patología base y ellos no se sienten limitados por eso, ellos se van desarrollando con las capacidades que su cuerpo les entregó, sean muchas o pocas, sea como sea. De manera que nacen con la falta de algo pero ellos no están en busca de volver a obtenerlo, simplemente se desarrollan con lo que tienen y eso los hace aún más impresionantes. Si lo vemos de la parte profesional es un gran desafío, uno como kinesióloga se enfrenta a diagnósticos de distinto tipo y uno debe ingeniárselas para poder potenciar a ese niño como sea y es una tarea que requiere de estar constantemente evaluando distintas formas de conectar con el niño con las limitaciones que se te presentan (discapacidad intelectual, no videntes, sordos mudos, alteraciones psicomotoras, etc) y tener MUCHA imaginación. En resumidas cuentas los niños discapacitados te enseñan muchas cosas: a trabajar la constancia, la entrega, a sobrellevar cualquier obstáculo, a ser positivos y sobre todo en el área de neurorehabilitación te enseñan a conocer tu propio cuerpo desde un lado muy distinto, aprendes a valorar lo que el cuerpo humano es capaz de hacer y tratar de sacarle el mayor provecho posible.

¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo, y los desafíos que encuentras en él?

Sin duda la energía y cariño que te entregan los niños no es comparable, es un trabajo que termino con más energía al terminar la terapia que cuando comienzo, el nivel de entrega de uno como terapeuta y ellos como pacientes es muy grande, uno se debe conectar mucho con el niño, tienes que aprender a interpretarlos con distintas señales (gestos, sonidos, movimientos, etc) e ir generando una complicidad muy linda durante tu terapia. El regalo mas grandes es cuando vez que lo que estuviste trabajando por meses lo logran por si solos de un día para otro, es por lejos lo más gratificante, te das cuenta que vas logrando los objetivos paso a paso pero respetando el ritmo que el niño te propone y eso es muy lindo. Este trabajo, como bien dije antes, tiene muchos desafíos pero creo que el mayor es lograr tener paciencia y aprender a tolerar la frustración... es un trabajo de minero! Y la mayoría de los logros son pequeños en un largo período de tiempo, pero valen la pena.

¿Cual es el rol o participación de las familias que tu ves en tus pacientes?

La presencia de los familiares es FUNDAMENTAL. Nosotros como equipo de neurorehabilitación logramos distinguir de manera muy clara qué pacientes están siendo acompañados por sus padres, los estimulan, y les enseñan y les entregan cariño. Hay una relación directa en cuanto al avance que los niños puedes tener con respecto a su desarrollo psicomotor y la participación que tienen los familiares con los niños. Mi trabajo, aparte de realizar terapia motora es educar a los familiares de cómo estimular a sus niños, informarles acerca de la importancia que tienen en cuanto a la exploración y al desarrollo de sus hijos y entregarles herramientas para enfrentar las adversidades de sus condiciones. Son el pilar más clave para que el niño se potencie y se desarrolle.

¿Cuáles crees que son las mayores barreras a las participación para un niño en situación de discapacidad?

La mayor barrera para la participación de los niños discapacitados es la falta de educación que existe en general con respecto a sus condiciones, en cuanto a cómo enfrenarlos al momento de querer comunicarse con ellos, entender sus tiempos, aprender cómo potenciar sus habilidades, entender las limitaciones y adecuarse a ellas. Creo que la barrera la entrega el otro, no el niño en situación de discapacidad, ellos son capaces de adecuarse con lo que tienen siempre y cuando uno les facilita las distintas posibilidades. Si a ellos se les entrega el ambiente adecuado, con la estimulación necesaria pueden lograr grandes cosas, pero lo primero es informarse y querer aprender acerca de sus limitaciones.

Creo que como kinesiólogos de neurorehabilitación infantil tenemos un gran desafío de educar y informar, pero sobre todo potenciar a todos esos niños que solo buscan conocer mejor su cuerpo y poder sacarles el jugo!. Somos unos afortunados porque es un trabajo lleno de recompensas sobre todo emocionales, un trabajo que requiere vocación y de mucho sentido, pero nos queda un gran camino por delante que es dar a conocer la importancia que tenemos en poder entregarles una mejor calidad de vida a esos niños, creernos el cuento y seguir mostrando que la rehabilitación funciona, es buena y vale la pena!

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